Sánchez mantiene su propuesta de “ley y diálogo” ante Catalunya
El presidente del Gobierno instará hoy en el Congreso a “superar los dos extremos”
Pedro Sánchez comparece hoy en el Congreso, en el pleno monográfico sobre Catalunya, con “un discurso de Estado”, según sus asesores en la Moncloa, en el que defenderá “superar los dos extremos”, en referencia tanto al independentismo catalán radical como al nacionalismo español exacerbado ahora con la irrupción de Vox. Dos extremos que, a juicio del presidente del Gobierno, se retroalimentan para impedir toda solución.
La expectación ante la intervención de Sánchez es máxima, también para el propio Gobierno y las distintas sensibilidades del PSOE, ante la escalada de tensión del pasado fin de semana, cuando los CDR provocaron cortes de carreteras sin que los Mossos intervinieran y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, esgrimió la “vía eslovena” para la independencia de Catalunya. “La ley y el diálogo es lo que está asegurando este Gobierno y en lo que vamos a seguir”, adelantó ayer la vicesecretaria general del PSOE y portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, sobre la hoja de ruta que quiere mantener Sánchez.
La Moncloa ya advirtió la víspera que las cartas en demanda de explicaciones a la Generalitat –que firmaron la vicepresidenta, Carmen Calvo, y los ministros Fernando Grande-Marlaska y José Luis Ábalos– no eran “ni el preámbulo ni el preludio del 155”. Y ayer, después de que la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, bajara el diapasón de la tensión institucional, la propia Calvo zanjó con un rotundo “no” que el Gobierno tenga encima de la mesa la previsión de volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Catalunya. Otra cosa es que Sánchez haya advertido, en reiteradas ocasiones, que no le temblará el pulso si tiene que volver a activar el 155.
La situación de tensión en Catalunya, no obstante, está poniendo en evidencia algunas diferencias de criterio tanto en el seno del Gobierno como en distintos sectores del PSOE. Así, ayer el ministro de Fomento y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, expresó en público sus dudas sobre la pertinencia de la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona el próximo 21 de diciembre. La víspera, el presidente de Extremadura y del consejo de política federal del PSOE, Guillermo Fernández Vara, advirtió que el Gobierno de España “debe poder reunirse en cualquier comunidad sin pedir permiso, siempre que así lo estime”. “No conviene confundir el deseo de diálogo con el miedo a defender la unidad de España”, proclamó Vara.
Pero Ábalos cuestionó ayer la idea de celebrar una reunión del Consejo de Ministros que provocará movilizaciones de protesta como las ya anunciadas: “Hay que valorar si las cosas que se hacen para bien consiguen un resultado positivo, si no lo consiguen tampoco acabo de entender ningún empecinamiento”, reconoció. Antepuso así el ministro la preservación de “la convivencia y el orden”, aunque “sin caer en una provocación ni aceptar ningún tipo de amenazas”.
La interpretación de las palabras de Ábalos provocó una fulminante reacción de la Moncloa: “Por supuesto, el Consejo de Ministros se va a celebrar en Barcelona el 21 de diciembre. No hay dudas al respecto”. “El Consejo de Ministros puede reunirse allí donde determine”, reafirmó después Lastra.
Y el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, que celebró su consejo de gobierno en Sijena, también criticó a Torra, a quien definió como un “personaje estrafalario y fascistoide”, al tiempo que exigió que el Estado “recupere su presencia en Catalunya, que no debió perder haciendo dejación de sus funciones”. Lambán advirtió que si se repiten los cortes de carreteras por parte de los CDR, el Gobierno de España no tendrá más alternativa que asumir las competencias de orden público en Catalunya “con todas las consecuencias”.
Calvo rechaza con un rotundo no que el Gobierno tenga encima de la mesa la previsión de un nuevo 155
Sectores críticos del PSOE advierten del “coste” en las urnas andaluzas del apoyo de los independentistas
Pero también la ministra de Defensa, Margarita Robles, cargó ayer las tintas contra Torra por “poner en riesgo la convivencia” e “incitar a la violencia”, con sus referencias a la vía eslovena. Y advirtió que, si no cumple con las obligaciones del cargo, no estará “legitimado para ostentar ninguna función pública”.
El portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, tachó igualmente como “absolutamente temerarias” las alusiones de Torra a la vía eslovena, pero recetó sobre todo cerrar la página de Carles Puigdemont: “De lo que se tiene que independizar el Gobierno de Catalunya es de la vía Waterloo, porque es una vía muerta que sólo conduce a la unilateralidad y al fracaso del diálogo”.
Los sectores del PSOE críticos con Sánchez, a su vez, volvieron a hacer oír su voz, en la reunión del grupo socialista en el Congreso. Los diputados Soraya Rodríguez y José María Barreda –expresidente de Castilla-La Mancha– demandaron a la portavoz, Adriana Lastra, abrir un debate sobre la debacle electoral en Andalucía, en la que a su juicio tuvo un notable “coste” la situación de Catalunya y el respaldo de los independentistas a la moción de censura que ganó Sánchez.
Lastra replicó que Sánchez no está en manos de los independentistas ni “nunca hará nada” contra la integridad territorial de España, por lo que les reclamó que respalden al Gobierno.