La Fiscalía investiga a los Mossos por no impedir el boicot de los CDR
El fiscal considera que la actuación no se orientó a disuadir a los manifestantes
Los Mossos d’Esquadra vuelven a estar en el punto de mira. Tras la polémica desatada por su actuación el 1-O, de nuevo la policía catalana se ve atrapada en una enredadera entre el Govern de la Generalitat, que vertió duras críticas cuando cargaron contra los CDR el día de la Constitución, y el Gobierno central, que amenaza con asumir el control de los Mossos tras considerar que hubo dejación de funciones por no impedir los cortes de carreteras y el levantamiento de peajes en las protestas independentistas del pasado fin de semana. Aquella decisión de no dispersar a los CDR ha hecho reaccionar a la Fiscalía Superior de Catalunya, que ha abierto investigación que puede acarrear responsabilidades penales y que tiene como objetivo aclarar quién dio la orden de no actuar.
En su escrito, el fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres, señala que “el comportamiento de los Mossos no se orientó a disuadir a los concentrados, ni a emplear, de haber sido necesaria, la fuerza imprescindible y proporcional para restablecer el orden jurídico ante una actuación ilegal, dando lugar con ello a una permanencia injustificada” que lesionó los derechos de “los usuarios de la autopista” y de la empresa concesionaria. El fiscal ha solicitado un informe al jefe de los Mossos, Miquel Esquius, en el que se detallen las actuaciones practicadas en relación con los altercados de los CDR poniendo énfasis en “las órdenes o comunicaciones cursadas durante el desarrollo de los acontecimientos”.
Si no hay cambio de guion, tal y como informó ayer La Vanguardia, la decisión siguió criterios policiales y fue asumida de forma colegiada por el número uno y dos de la policía catalana, los comisarios Miquel Esquius y David Boneta, aunque falta por ver si se pudieron verse condicionados por las reprimendas que recibieron los días anteriores por parte del president Quim Torra y del conseller de Interior, Miquel Buch, después de las cargas que realizaron en Girona y en Terrassa contra los CDR el día de la Constitución. Los mandos de los Mossos manifestaron su asunción de responsabilidades por aquella decisión en la reunión convocada el lunes por el conseller de Interior. La cita debía servir a priori para depurar responsabilidades entre los mossos por las cargas, pero, en cambio, culminó con el conseller leyendo un texto en el que pedía disculpas por el enredo y mostraba su apoyo a la labor que realizaron los agentes para el mantenimiento del orden público. Tras el anuncio de ayer de la investigación abierta de la Fiscalía, fuentes del Departament d’Interior reiteraron de nuevo su “apoyo a la actuación policial de los Mossos del pasado sábado con pleno convencimiento de que fue justa en términos de proporcionalidad y que fueron las más adecuadas ”.
No es la primera vez que, bajo dirección de Buch, la Fiscalía investiga a los Mossos por una actuación que a su juicio es cuestionable. Sucedió lo mismo en agosto cuando el ministerio público reclamó a la jefatura que le aclarase bajo qué precepto legal habían identificado a catorce personas que se disponían a descolgar lazos amarillos en las localidades
El conseller de Interior reitera que la intervención policial fue proporcionada y la más adecuada
de Móra la Nova, Tivissa y Vandellòs. Aquello sonó más a aviso que a una voluntad explícita de llevar a cabo la acción penal. En aquella ocasión, la Fiscalía movió ficha después de que Torra y Buch metieran también a los Mossos en medio. El president exhortó a los agentes a combatir los “brotes fascistas” en alusión a los que quitaban lazos, y el conseller le secundó diciendo que los policías perseguirían a quienes los retirasen. Luego también tuvo que matizar que sería sólo en los supuestos violentos.