La noche del PSG y el Liverpool
Los líderes de Francia e Inglaterra se meten en octavos, donde no estará un Nápoles claramente inferior
SIN HISTORIA El París St. Germain arrolló al Estrella Roja, con goles de Cavani, Neymar, Marquinhos y Mbappé
EMOCIÓN AL LÍMITE Los ‘reds’ de Klopp sufrieron hasta el final con un gran Salah y un Mané nulo en el remate
Con goles de todas sus estrellas y una superioridad manifiesta, el París Saint Germain goleó en Belgrado (1-4) y amarró la primera posición del grupo más disputado de la Champions. El festival de los franceses se completó con la clasificación del Liverpool, aunque por la mínima y sufriendo hasta el final. El excelente partido de Salah se vio contrastado por la nulidad rematadora de Mané, que desperdició cuantos balones en franquicia le llegaron. Al final bastó un 1-0, con gol de Salah naturalmente, para meter a los reds en la fase de grupos. El Nápoles, aunque empatado a puntos con el Liverpool, deberá consolarse en la Liga Europa. El subcampeón de Europa será uno de los posibles rivales del Barcelona y del Madrid, que evitan a Neymar y compañía en octavos.
El PSG no jugó con fuego y en un primer tiempo impecable dejó sentenciada su clasificación. La velocidad de Mbappé volvió locos a los defensas del Estrella Roja, especialmente al lateral derecho Stojkovic, incapaz de frenar al francés... y a Neymar, también escorado a menudo hacia la banda izquierda del ataque parisino. En el minuto 10, el equipo de Tuchel tomó ventaja: Mbappé se fue de Stojkovic con su prodigiosa aceleración y dejó un balón regalado a Cavani para que marcara a placer. Y en el 40 pegó un segundo zarpazo, en otra jugada iniciada por el francés, que lanzó un pase sensacional a Neymar. El exblaugrana recogió el esférico en la banda izquierda y tomó la autopista hacia el centro en paralelo a la portería, mientras toda la defensa local buscaba cómo bloquearlo. Neymar amagó con el disparo varias veces, el meta Borjan incluso se lanzó al suelo, y finalmente alojó el balón en las mallas con elegancia. Aunque el Estrella Roja acortó distancias en el 56, con un gol de cabeza de Gobeljic, las dudas parisinas fueron un espejismo. El partido volvió rápidamente a su control y el marcador se amplió en el 74 (cabezazo de Marquinhos a saque de falta impecable de Di María) y en el 92 (Mbappé, a pase de Neymar). El Estrella Roja, que ya había caído en París por seis a uno, se llevó otro buen repaso.
Liverpool 1 - Nápoles 0
El equipo de Klopp nunca pudo respirar tranquilo. El menor error –y el Nápoles se sacrificó al límite para provocarlo– habría complicado la clasificación del Liverpool, que vuelve a contar con un Salah pletórico, protagonista de todas las acciones de creación y un auténtico suplicio para los marcadores del once de Ancelotti. La primera parte fue la que decidió el tanteo del lado inglés, sobre todo por esa superioridad del egipcio Salah. Después de un cruce de ocasiones sin puntería, con un remate alto de Mertens y un cabezazo también elevado de Milner, el Liverpool dio el primer aviso en el 22, con un gol anulado a Mané por fuera de juego. Fue, de hecho, su único remate acertado.
La confirmación para los locales llegó en el 34, con una gran acción de Salah. Se infiltró por la derecha casi hasta la línea de fondo, donde amagó con el centro atrás, engañó a Ospina y entonces colocó el balón en la red con un remate raso. Apenas en la siguiente jugada un frustrado Koulibaly, incapaz de frenar a Salah, le dejó su tarjeta de visita. Y el árbitro le ofreció la suya, de color amarillo, al enorme senegalés del Nápoles, veinte centímetros más alto que el egipcio, la joya de la corona de este Liverpool.
En la segunda parte el Nápoles se desplegó y las ocasiones del Liverpool se fueron sucediendo. La tuvo Salah en el 50, pero su remate rozó la parte externa de la base del poste. Pero sobre todo Mané: hasta tres remates claros desperdició el senegalés en el último cuarto de hora, mientras Klopp daba saltos de impotencia y se mordía los puños en la banda. El Nápoles amenazó, pero sin oportunidades de tanta claridad, como el cabezazo de Albiol a la salida de un córner que no inquietó a Alisson. Poco para meterse en la élite, donde sí estarán los actuales líderes de los campeonatos francés e inglés.