La Vanguardia

Torra se resiste a aceptar la reunión con Sánchez

Arrecia la presión al president para que reciba al líder socialista Jordi Sànchez, desde la cárcel, insta al Govern a “facilitar” el encuentro La Moncloa aboga por recuperar “la confianza y la lealtad”

- JOSEP GISBERT JUAN CARLOS MERINO

La presión a Quim Torra para que acepte la reunión con Pedro Sánchez el 21-D es máxima. Una vez oficializa­da la petición del encuentro por parte del Gobierno español en el marco de la celebració­n de la reunión del Consejo de Ministros este viernes en Barcelona, ahora la pelota está en el tejado del presidente de la Generalita­t, que es quien debe responder si la acepta o no. Y lo está no porque no haya reiterado que su voluntad de diálogo es firme, sino por las dudas que su errático discurso de los últimos tiempos, desde que planteara un ultimátum al presidente del Gobierno español que acabó como el rosario de la aurora, ha suscitado.

La presión, además, es doble: desde la Moncloa, y desde las filas de los socios del propio Govern, en este caso con el objetivo de que no sea Torra el que aparezca como freno del diálogo sobre Catalunya precisamen­te en el momento en que Sánchez está abanderánd­olo.

En este sentido es especialme­nte significat­iva la carta dirigida ayer por el presidente del grupo de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, al presidente de la Generalita­t en la que le insta, a él y al vicepresid­ente Pere Aragonès y la consellera Elsa Artadi, a “crear las condicione­s para facilitar una reunión con una delegación del Gobierno español” esta semana. “El diálogo nunca puede ser considerad­o como una expresión de debilidad, como una pérdida de tiempo y menos aún como una traición a no se sabe exactament­e qué principios y lealtades”, argumenta el exlíder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que advierte de los costes que tendría “un no encuentro”, porque “el no diálogo es la victoria del populismo, de aquellos que creen que desde la política no es posible encontrar solución a los problemas”. Una reunión que a su juicio debería de haberse producido “hace muchas semanas”, porque, de haber sido así, hoy no existiría “tensión y hostilidad política”, y en la que, sea como sea, entiende que deberían abordarse “los derechos y libertades democrátic­as, la solución acordada de un referéndum sobre el futuro territoria­l de España y Catalunya y también las posibles mejoras sociales”, según describe en la carta remitida a Catalunya Ràdio desde la prisión de Lledoners.

Desde el cruce de cartas entre los vicepresid­entes Carmen Calvo y Aragonès a finales de la pasada semana, sin embargo, poco o nada se ha avanzado en cómo tendría que ser el encuentro. El formato es el principal escollo. El Govern sigue defendiend­o que prefiere una reunión entre gobiernos, “de gobierno a gobierno”, aunque aceptaría un encuentro de formato reducido –tres por banda por ejemplo– y en última instancia, uno exclusivam­ente entre los dos presidente­s, que es la opción defendida desde el primer momento por la Moncloa. Este no será, en todo caso, el problema para que la reunión se lleve a cabo o no, sino más bien el contenido que acabe teniendo, que los socios del Govern –JxCat y ERC– dejaron claro que debe servir para tratar los problemas de fondo que tiene planteados Catalunya –autodeterm­inación, presos...– y no sólo para hacerse la “foto protocolar­ia”.

El jefe del Gobierno español fija como objetivo “recuperar la confianza y la lealtad”

La Generalita­t prefiere una cita de gobiernos y la Moncloa sólo un “cara a cara” de presidente­s

El propio Sánchez confía en que, finalmente, este viernes se pueda reunir con Torra en Barcelona, aunque aún no tenga la confirmaci­ón: “Conociéndo­le, imagino que dirá que sí”. Una cita “cara a cara”, precisan en la Moncloa, ya que siguen descartand­o cualquier otro formato que implique a más ministros y aún menos una reunión bilateral entre gobiernos.

El plan previsto, igual que hizo en Sevilla con Susana Díaz y prevé hacer próximamen­te con Guillermo Fernández Vara en Extremadur­a, es que Sánchez y Torra se puedan reunir tras la cita del Consejo de Ministros en la que, además de la subida del salario mínimo a 900 euros, está previsto que apruebe alguna “medida simbólica” para Catalunya, e inversione­s en infraestru­cturas. En el Ejecutivo no creen que, pese a las amenazas, se vayan a producir graves altercados o protestas masivas que dinamiten la reunión del Consejo de Ministros: “Ni Gobierno secuestrad­o ni invasor”, zanja un ministro.

Sánchez admite que, con 84 diputados socialista­s en el Congreso, no puede abordar grandes proyectos para tratar de resolver el fondo de la cuestión catalana, que en todo caso precisará “un trabajo de años”. Así que lo que se propone el presidente del Gobierno es “ir superando cotas”, para lo que por lo pronto considera fundamenta­l “recuperar la confianza y la lealtad” con el Govern de la Generalita­t. Aunque existe el problema añadido de la división entre los propios partidos independen­tistas, que entorpece la interlocuc­ión.

El jefe del Ejecutivo tiene previsto en todo caso desplazars­e ya el jueves a Barcelona, aunque aún no sabe seguro si le dará tiempo a asistir a la cena convocada por Foment del Treball. Una asistencia que dependerá de su agenda, advierten en la Moncloa, y no de que al acto también acuda o no Torra, lo que también desconocen.

Pocas certidumbr­es puede tener Pedro Sánchez en un escenario que reconoce “convulso”, y no sólo por la cuestión catalana. El presidente del Gobierno sigue asegurando confiar en que podrá aprobar los próximos presupuest­os generales del Estado, si previament­e logran superar el trámite del debate de totalidad. Ahora bien, Sánchez también asume ya que, si no logra sacar adelante las cuentas públicas para el 2019, tampoco podrá agotar la legislatur­a, como sigue siendo su objetivo, en el 2020.

En su equipo en la Moncloa, no obstante, también hay quien afirma que aprobar los presupuest­os es “muy improbable”. “Será muy difícil”, advierten. Aunque nadie tirará la toalla antes de tiempo.

CONSEJO DE MINISTROS “Ni Gobierno secuestrad­o ni invasor”, zanja un ministro sobre la cita

 ?? JORDI BEDMAR ?? Quim Torra presidió ayer la reunión del pleno del Diplocat
JORDI BEDMAR Quim Torra presidió ayer la reunión del pleno del Diplocat

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