Regraciarán F, Ferran Garcia
Construyó un hábitat insólito allí donde la ciudad gana su nombre, para que las mentes verbales de los poetas sobrevivieran al cemento
El miércoles se celebró la última sesión poética en el antiguo Horiginal, hoy La Rúbia. Desde hace dos décadas, la trastienda de este bar/ librería próximo al Macba acoge cada miércoles recitales de poesía. Tira del carro desde el 2001 el escultor Ferran Garcia Mallol, siempre acompañado por Núria Isanda. Construyeron un hábitat insólito allí donde la ciudad gana su nombre, para que las mentes verbales de los poetas sobrevivieran al cemento. Con Josep Pedrals, suscitaron recitales semanales de poesía de todas las tendencias, escuelas, capillas y procedencias. El líquido amniótico Horiginal fue la cerveza. Gracias a las virtudes del lúpulo las lenguas de fuego entran en juego, bajan al ruedo, y el público escucha y bebe o viceversa sentado en mesas en una actitud parecida a la que adoptaría en un club de jazz. Al fondo, un patio ejerce de salida de humos. El interés de la propuesta poética semanal se mide por los humos. Si hay más gente fumando que escuchando, mal va. El miércoles estaba todo quisque dentro, bien apretujado para despedir a Ferran celebrando la publicación de su primer libro: Most de mots. En este hábitat insólito nacieron proyectos editoriales duraderos como LaBreu. Tras la barra , tres retratos de tres poetas habituales, desaparecidos en los últimos años: Francesc Garriga (2015), Carles Hac Mor (2016) y Benet Rossell (2016). El miércoles, Garcia Mallol dio paso a una tríada de poetas jóvenes para que programen las sesiones semanales a partir del 9 de enero: Maria Sevilla, Raquel Santanera y Laia Carbonell. La troica nos obsequió con un texto sobre original y copia, enmascaradas tras caretas con el rostro de Ferran, aplaudidas por toda la sala y ovacionadas a velocidad colibriesca por Pons Alorda, un “timbaler del Bruc” capaz de provocar él solo el estrépito de mil tamborileros.
Most de mots (LaBreu) es un libro singular que contiene decenas de parejas de anagramas muy buenos y una cincuentena de los collages con los que Garcia ilustra los carteles de los recitales. Tras el excelente prólogo poético de Pedrals ( “Són imatges o sintagmes?”), la primera palabra de Garcia Mallol es la clave de todo: azar. En catalán, atzar es anagrama de Tzara y resulta el motor de las asociaciones de objetos escultóricos y palabras anagramizadas. Algunos de los anagramas de Most de mots explican la actualidad. El discurso real del 3-O (SOBIRÀRABIÓS), la problemática del terrorismo más sangriento en Europa (ISLAMISTAASSIMILAT), el trumpismo (CAPITOLIAPOLÍTIC), la judicialización de la política (ANELLAR-LLARENA), el capitalismo exacerbado (LUCRE-CRUEL), la incierta presidencia de la Generalitat (DESPERTIN-PRESIDENT), la voluntad de ampliar la base del independentismo (SOMIEJARMAJORIES) o el ascenso de VOX (DRETANS-ARDENTS, RAMAT-ARMAT i GRATINEM-EMIGRANT). Regraciemos a Ferran Garcia Mallol.