El arte en la obra de Luis Alonso
Lo habitual es que un arquitecto muestre planos. Pero Luis Alonso, cofundador del estudio Alonso, Balaguer y Arquitectos Asociados, acaba de editar un libro ARTquitectura. Del lienzo a la construcción donde muestra diez de los edificios diseñados en los últimos años a través de 14 grandes óleos de Albert Vidal. Un artista plástico, de la escuela realista de Antonio López con un punto de abstracción, que da vida al cemento. Es otra mirada artística que refleja los cromatismos de la arquitectura y nos descubre su belleza intrínseca.
Luis Alonso ya había publicado otro libro de sus obras a partir de los dibujos, frases y croquis que hacía a 10.000 metros de altura, en los aviones que lo llevaban de Barcelona a Santiago de Chile, a Bogotá o Nueva York, las ciudades donde tiene despacho abierto. La peculiaridad es que eran dibujos sobre las bolsas para el mareo que facilita el personal de vuelo.
La presentación de su nuevo libro tuvo lugar anoche en el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC). Abrió el acto su decana, Assumpció Puig, para remarcar que la arquitectura es utilidad, seguridad pero también belleza. Màrius Carol, director de La Vanguardia, definió al arquitecto como “un dibujante de sueños” y señaló que esa capacidad creativa de Luis Alonso le evocaba a Leonardo da Vinci que cuando no tenía donde escribir lo hacía sobre una hoja de árbol. Ferran Mascarell, delegado de la Generalitat en Madrid, destacó las cuatro virtudes que caracterizan la ciudad de Barcelona: el talento, la diversidad, su capacidad de lucha y su carácter dialogante. “Y Luis Alonso es la síntesis del carácter de Barcelona”. Y, como Màrius Carol, también destacó la arquitectura y los arquitectos como uno de los grandes activos de Barcelona. “Aun no entiendo –añadió– por qué no tenemos un gran museo de la arquitectura en Barcelona”. Y sonó a lamento cuando se acaba de saber que la ciudad ha perdido el legado de uno de los grandes, José Antonio Coderch.
Luis Alonso evocó la colaboración de 15 años con Albert Vidal, que se considera asimismo como un “paisajista urbano”. De los 10 edificios pintados y fotografiados en el libro, su autor destacó el Hesperia Tower, en l’Hospitalet, ejemplo de integración en el barrio de Bellvitge, y Las Arenas, en Barcelona, esa plaza de toros reconvertida que visitan anualmente doce millones de personas. Doce, lo repitió, porque es un número que demuestra el interés de la ciudad y su gente por la ARTquitectura. “Siempre digo que necesitamos ciudadanos inteligente y no ciudades inteligentes”, remató.