Renault pide a Nissan que convoque una asamblea urgente de accionistas
Ghosn cumple un mes preso y sigue el pulso interno en el tándem franco-japonés
El terremoto en el seno de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, el mayor fabricante mundial de automóviles, sigue provocando violentas réplicas. Un mes después de la detención de Carlos Ghosn en Tokio, el tándem industrial francojaponés está todavía muy lejos de recuperar la paz interna.
En Francia continúan sospechando sobre las razones de fondo del arresto de Ghosn, el número uno del grupo, y del modo fulminante –y humillante– con que Nissan destituyó al ejecutivo que, hace dos decenios, fue el artífice del salvamento de la compañía.
Las noticias de las últimas horas muestran que el pulso se mantiene muy enconado. Según The Wall Street Journal y Le Figaro, el nuevo hombre fuerte de Renault, Thierry Bolloré, envió una carta a la dirección de Nissan pidiendo la convocatoria urgente de una junta general de accionistas. En la misiva, Bolloré se mostró inquieto por el hecho de que, además de Ghosn –inculpado por ocultar una parte de su salario a las autoridades fiscales japonesas– la propia Nissan hace frente a acusaciones de graves irregularidades. Bolloré indicó que una junta de accionistas sería la ocasión adecuada para una discusión abierta y transparente.
La propuesta de Renault –que controla el 43,4% de Nissan– es envenenada. En teoría, la firma francesa pretende “ayudar” a su hermana nipona a salir de la crisis, pero en realidad la asamblea puede convertirse en un ajuste de cuentas o en un acontecimiento muy embarazoso para los responsables de Nissan. Renault no se fía de las acusaciones contra Ghosn. No ha sido informada de los detalles. Además, ve razones oscuras detrás de la defenestración.
La tensión bilateral es evidente. Ayer, por ejemplo, la cúpula de Nissan fracasó en su intento de nombrar un sustituto definitivo de Ghosn. “El consejo ha tomado nota del proseguimiento de las discusiones”, afirmó el máximo responsable actual de Nissan, Hiroto Saikawa –a quien la prensa francesa atribuye desde el principio el papel de Bruto, del traidor que apuñaló a Ghosn–, y agregó que la empresa no debe actuar “con precipitación”. Las presiones de Renault han funcionado. Según Saikawa, no habrá problema para demorar la decisión del relevo de Ghosn hasta finales de marzo. Para el alto ejecutivo, lo prioritario es reforzar y corregir el sistema de gobernanza del grupo, que ha mostrado fallos graves. “Quiero ir adelante escuchando a nuestro socio, Renault, pero al final somos nosotros los responsables de la gobernanza de Nissan”, alertó Saikawa en una conferencia de prensa en la sede de Yokohama.
Según el diario económico francés Les Echos, que ayer realizó un amplio análisis del conflicto, la alianza Renault-Nissan –a la que luego se sumó Mitsubishi– nació en marzo de 1999 con un malentendido que el paso de los años ha acentuado. Los franceses se creyeron desde el principio preponderantes, dado su mayor peso accionarial y su misión de salvamento de Nissan. Los japoneses, en cambio, no creyeron –o no quisieron creer– que estaban subordinados. Este agravio, desde la perspectiva nipona, ha crecido hasta hacerse insoportable, sobre todo porque el peso industrial se ha invertido y hoy la firma japonesa factura y vende un 60% más que la francesa. Para Les Echos, las relaciones entre ambos socios son “execrables” aunque un divorcio es improbable, por las consecuencias industriales catastróficas, debido a la integración lograda y el costo exorbitante de volver a implantar a plataformas diferentes.
El diario Le Figaro lanzó ayer el nombre de Jean-Dominique Senard, actual presidente de Michelin, como la persona que podría sustituir a Ghosn en Renault. Senard sería el preferido del Gobierno francés y del presidente Emmanuel Macron. El Estado francés aún detenta el 15% de Renault. Ese peso político de París sobre el grupo es una razón más de la incomodidad de Nissan, a largo plazo, para mantener un matrimonio que cada vez parece más de conveniencia y menos de amor.
La cúpula de la firma japonesa aplaza la decisión sobre el relevo definitivo de su exjefe encarcelado