Leucate, un patrimonio natural y cultural inestimable
Antigua isla convertida en istmo, Leucate ofrece un entorno natural protegido de excepcional belleza y diversidad. El cabo sobre el que se sitúa esta población es un espectacular acantilado de granito que se alza sobre el mar ofreciendo unas vistas magníficas del monte Canigou, el macizo de Corbières, las lagunas y las albuferas del Languedoc.
Más allá de los muchos atractivos naturales, Leucate es también una población con una rica historia y cultura. Domina la zona de Leucate Village un castillo medieval que nos recuerda el rol estratégico que jugó este pueblo al encontrarse en la frontera con el reino de España hasta la firma del Tratado de los Pirineos, en el siglo XVII. La arquitectura moderna también está presente en la zona. Así, en Port Leucate encontramos el conjunto arquitectónico de Les Carrats (una moderna villa destinada al turismo), declarado Patrimonio del siglo XX, que lleva la firma de Candilis, un discípulo del mismísimo Le Corbusier.
Y en Francia, claro, no podemos olvidarnos de los buenos vinos y la gastronomía más sofisticada. Los vinos de Leucate cuentan con no pocos premios nacionales e internacionales. De hecho, la localidad dispone de una auténtica “Catedral del vino”. Es el Chai de la Prade, una de las bodegas más modernas de Europa que abrió sus puertas en 2012, y que ofrece visitas guiadas y catas durante todo el año. Destaca asimismo el restaurante gastronómico, le Grand Cap, con una estrella Michelin, para disfrute de los paladares más sofisticados y exigentes.