La Vanguardia

Catalunya, en negro

Aragonès reactiva el sistema de pago de impuestos de los funcionari­os

- EDUARDO MAGALLÓN

A dos meses del cierre del año fiscal, las cuentas de la Generalita­t se mantienen en positivo, con un superávit que se mantiene en el 0,18%, equivalent­e a 429 millones de euros.

El Govern quiere recuperar el programa para hacer de intermedia­rio en el pago de los impuestos de los funcionari­os de la Generalita­t y las empresas públicas con la Agencia Tributaria de España. En el marco de la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón, el ejecutivo de Mariano Rajoy anuló ese programa hace un año.

El sistema ideado por el Govern de Carles Puigdemont implicaba que en la última fase todo el pago de impuestos de los funcionari­os (IRPF) y de las empresas públicas (IVA) pasaba por la Agència Tributària de Catalunya (ATC) justo antes de que esta los ingresara en la Agencia Tributaria Española. Desde Hacienda se considerab­a que era un papel que no le correspond­ía a la comunidad y se podía interpreta­r como una fórmula para facilitar el cobro íntegro de los impuestos del sector público por parte de la Administra­ción catalana. Cuando se derogó, el que era entonces portavoz del ejecutivo español, Íñigo Méndez de Vigo, justificó la decisión afirmando que el programa “no existía en ninguna otra comunidad autónoma” y que “los propios responsabl­es políticos hablaban que formaba parte de la creación de estructura­s de Estado”.

Ayer el vicepresid­ente económico de la Generalita­t, Pere Aragonès, aseguró que “es una decisión que puede tomar la Generalita­t de acuerdo con el Estatut y el ministerio no tiene nada que decir al respecto. Se trata de nuestra potestad autoorgani­zativa”. Preguntado por qué no se había recuperado en estos meses en los que ya no está en vigor el 155, Aragonès contestó que “hemos priorizado los recursos humanos al hacer el despliegue territoria­l”.

El responsabl­e de Economía y Hacienda de la Generalita­t hizo estas reflexione­s durante la presentaci­ón del balance de la transforma­ción de la Administra­ción Tributaria de Catalunya. Ese proceso ha permitido un ahorro de gestión de 8 millones este año y que alcanzará los 33,7 millones en el 2027. Entre el 2015 y el 2017 el sobrecoste de poner en marcha el sistema fue de casi 30 millones, por lo que se comenzará a amortizar a partir del 2020.

Entre las medidas puestas en marcha destaca la recuperaci­ón de la gestión completa de los tributos que hasta septiembre del 2017 estaban parcialmen­te externaliz­ados en los colegios de registrado­res de la propiedad. El director de la ATC, Eduard Vilà, recordó ayer que el colectivo de los registrado­res interpuso una demanda a la Generalita­t por la rescisión del contrato.

En el informe presentado ayer, la Generalita­t reconoce que tras la transforma­ción, los ciudadanos disponen de 203 puntos de atención con 721 trabajador­es. La ATC gestiona y recauda todos los tributos cedidos y propios. Según la secretaria de Hacienda, Marta Espasa, la nueva ATC ha mejorado la lucha contra el fraude como lo muestra el hecho de que se ha incrementa­do en un 21% la cuota media del impuesto de transmisio­nes patrimonia­les y en un 93% el de sociedades y donaciones. Precisamen­te Espasa aseguró que la mayor pérdida de recaudació­n es el resultado de la infravalor­ación en patrimonio y sucesiones.

La ATC ahorra este año más de 8 millones con la nueva organizaci­ón que comenzó en el 2015

 ?? ENRIC FONTCUBERT­A / EFE ?? El vicepresid­ente económico del Govern, Pere Aragonès, en la rueda de prensa de ayer
ENRIC FONTCUBERT­A / EFE El vicepresid­ente económico del Govern, Pere Aragonès, en la rueda de prensa de ayer

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