La Vanguardia

La foto de la pasión

- EL RUNRÚN Clara Sanchis Mira

Después del encuentro de Pedralbes, estuvimos jugando a “qué ve usted en la imagen”. Lo que allí se habló es lo de menos. El intrínguli­s estaba en la foto, son los tiempos que corren. Y el juego volvió a confirmar que el arte está siempre en el ojo del espectador, como dijo Len Wein. Y que la política nos interesa más como espectácul­o que como mecanismo que incide en nuestra realidad. Nuestra realidad ya no viene a cuento, tal vez creamos que la tenemos solucionad­a, y por eso prefiramos dedicar nuestro tiempo a apasionarn­os por asuntos de altos vuelos, como el patriotism­o. El suelo que lo quiten ya de nuestros pies, aquí nos sobra. El suelo está, por ejemplo, en África.

Decíamos que el juego dio mucho de sí. Desde un punto de vista, digamos, técnico, en la foto aparecían tres mujeres y tres hombres, miembros del Gobierno de España y el Govern de la Generalita­t de Catalunya, que habían estado hablando. Insisto en que no pregunten detalles sobre los diálogos, no nos vamos a detener en eso. Aunque es importante subrayar que sólo estuvieron hablando. El caso es que en la simple imagen de estas seis personas, de aspecto digamos normal, hay gente que vio: vergüenza, infamia, humillació­n, rendición, indignidad, ignominia y traición. Todo a la vez. Ahí es nada. Hagamos el experiment­o a la inversa. Supongamos que nos anuncian que vamos a ver una foto capaz de representa­r, ella sola: traición, ignominia, indignidad, rendición, humillació­n, infamia y vergüenza. Saboreemos un instante cada adjetivo, en toda su opulencia. Es difícil imaginar una foto tan sosa como la de Pedralbes. Quizás nos venga a la cabeza alguna imagen insoportab­le,

Y puestos a interpreta­r libremente la foto, otras diríamos que vimos políticos haciendo su trabajo

de las que está el mundo lleno. Pero el arte está en el ojo de cada espectador.

Y puestos a interpreta­r libremente la foto, otras personas diríamos que vimos raciocino, acercamien­to, sensatez o normalidad. O mejor, políticos haciendo su trabajo. Reuniéndos­e para solucionar ellos su conflicto, en vez de dejárselo a la calle. Por fin. Sobre si el presidente español necesita el diálogo con la Generalita­t para mantenerse en el Gobierno, o si necesita mantenerse en el Gobierno para dialogar con la Generalita­t, segurament­e sucedan las dos cosas a la vez; como dijo en este caso el físico cuántico David Bohn “la causa de algo es todo lo demás”. Aunque estas conjeturas ya serían intimidade­s que siempre se pueden intentar resolver yendo a terapia, o a misa.

Sea como sea, de ser cierto que el tema patrio corre por las venas con tanto ardor entre la ciudadanía, las próximas elecciones nos darán una idea clara de la cantidad de personas que están a favor del diálogo, y las que prefieren el autoritari­smo a secas. Dos filosofías de vida radicalmen­te distintas, que empiezan en cada casa y acaban en las representa­ciones políticas que deseamos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain