El acusado del crimen de Susqueda sale en libertad.
El tribunal desmonta la investigación que sitúa a Magentí como responsable de los asesinatos
La Audiencia de Girona ha dejado en libertad provisional a Jordi Magentí, acusado de asesinar a los jóvenes Paula Mas y Marc Hernández. El tribunal cuestiona el relato de los Mossos.
Los cuatro magistrados que integran la sección cuarta de la Audiencia de Girona acordaron ayer de manera unánime la libertad sin fianza de Jordi Magentí, en prisión preventiva por los asesinatos de Paula Mas y Marc Hernández. Los jueces hacen suyos los argumentos de la defensa del único acusado y cuestionan, por separado, los indicios que en los últimos nueve meses han servido a los Mossos d’Esquadra, al juez Javier Burgos, al fiscal Víctor Pillado y a las familias de las víctimas, representadas por el letrado Carles Monguilod, para sostener que Jordi Magentí disparó la mañana del 24 de agosto del 2017 contra los dos jóvenes del Maresme, cuando tenían 21 y 23 años.
El auto responde a la petición de libertad que presentó el letrado Benet Salellas, quien desde el morefuerza mento de la detención de su cliente ha acusado a los Mossos de construir un relato a medida, sin base probatoria suficiente que sustente la acusación contra su cliente. Los magistrados solicitaron la totalidad de la causa al juzgado número dos de Santa Coloma de Farners para estudiarla y sólo necesitaron 17 días para redactar la resolución de libertad sin fianza, con la única medida cautelar de presentarse en el juzgado dos veces al mes y entregar el pasaporte. Anoche, Magentí abandonó la prisión Puig de les Basses de Figueres, cargando con un par de bolsas. En la puerta le esperaba su hermano Arcadi.
En su escrito, los magistrados cuestionan la investigación que en el último año y medio ha llevado a cabo la Unidad Central de Personas Desaparecidas de los Mossos d’Esquadra y dejan entrever que los investigadores han ajustado el resultado de algunas pruebas para que las distintas piezas del complejo puzle acusatorio contra Magentí encajara a su medida. La Sala cuestiona los indicios uno a uno, por separado, sin tener en cuenta todo el relato elaborado por los investigadores, que siempre han defendido que de todas las personas que había en ese punto concreto del pantano esa mañana de verano sólo Magentí carece de coartada, que estaba allí y que todo su comportamiento anterior y posterior además la acusación contra él.
La investigación de los Mossos se arma a partir de una premisa fundamental, que Marc y Paula fueron asesinados en las ruinas de La Rierica. En ese brazo de tierra del pantano estaba Magentí la mañana del crimen. Aunque lo negó al principio, la imagen de su vehículo en la parte superior de esa zona lo situaba en ese lugar. Por si fuera poco, él mismo acabó admitiendo ante el juez, el fiscal y una letrada del equipo de Salellas que estaba allí ese día, pescando como en ocasiones anteriores, aunque reiteró varias veces que no mató a los jóvenes.
La Audiencia hace suya la tesis de Salellas y cuestiona la fiabilidad de los argumentos de los investigadores. En ningún momento descarta que La Rierica pudo ser el escenario del crimen, pero se pregunta por qué no pudieron ser asesinados, por ejemplo, en la conocida como playa de los Chinos, donde apareció hundido el Opel Zafira de la pareja cuatro días después.
Si el crimen no se cometió en La Rierica, la acusación contra Magentí se desmorona y con ella toda la carga acusatoria acumulada por los Mossos en una investigación de año y medio en la que han participado casi todas las unidades especializadas del cuerpo, así como técnicos y especialistas externos.
Para los magistrados no ha quedado probado que la pareja detuviera su vehículo para navegar en la playa que hay justo delante de La Rierica. Y plantean incluso la posibilidad de que circularan hasta la
SIN FIANZA El sospechoso sale sin fianza y sin pasaporte y con la obligación de acudir al juzgado
DESACUERDO Los jueces cuestionan que La Rierica fuera el lugar donde fueron asesinados Marc y Paula
playa de los Chinos, aunque eso supusiera la destrucción de los bajos de un Opel Zafira propiedad del padre de Paula y que la joven cuidaba con muchísimo cariño. Tras la aparición del coche se necesitó maquinaria pesada para rehacer un camino que, cronómetro en mano, resulta improbable de realizar en la franja horaria en la que se ejecutó el doble crimen. Tampoco tiene en cuenta la Audiencia cómo podía saber la pareja de la existencia de una playa a la que se accede por un camino sin señalizar, cuando muchos kilómetros antes tenía otras opciones para acceder al agua con el kayak.
Rebate también la sala las pruebas de sonometría realizadas por los Mossos con los distintos testigos que escucharon los disparos esa mañana e insinúan los magistrados que esos informes sólo tenían como objeto “validar la tesis policial” que situaba los disparos en la zona de la Rierica.
También encuentran contradicciones los jueces en los distintos informes de geólogos vinculados a la piedra que apareció en la mochila de Marc, y de la tierra que se encontró en sus calzoncillos y pantalones. Y aseguran que tanto la piedra como la tierra pueden ser de la Rierica y de la playa de delante de la misma, o de otros puntos como son la Font del Borni o la playa de los Chinos.
En cuanto a la relación de personas que había en el pantano esa mañana, la sala da por buenas las coartadas de las descartadas. Pero, “no excluye la presencia de otras personas en la zona del pantano que no tuvieran móvil o no accedieran en vehículo, incluso que no estuvieran instaladas allí con anterioridad”. Pero que en ningún caso fueron vistas por nadie, ni hay indicios de su presencia, ni nadie les vio ni acceder, ni abandonar nunca la zona. Para la sala es importante que las últimas pruebas de ADN que estaban pendientes en relación a unas muestras tomadas en una prenda de Magentí no se correspondan con los restos de ADN de las víctimas. Y no da importancia a la revelación del compañero de celda de Magentí, que en su primera noche en prisión acusó a su propio hijo de ser el autor de los crímenes pero que le cubriría “por lo que en su día le hice a su madre”, que no fue otra cosa que asesinarla de un disparo a bocajarro. Los magistrados llegan a plantear que, aunque se hubiera producido tal conversación, no es relevante en la causa.
Magentí habló en varias ocasiones con los Mossos antes de ser detenido. En los últimos nueve meses, desde que fue detenido por el doble crimen, siempre se ha negado a declarar.