Al Caribe en un tonel
La hazaña de cruzar el Atlántico en solitario gana adeptos: esta vez, un francés zarpa en un barril desde Canarias para llegar al Caribe en tres meses
Un francés de 70 años ha emprendido la odisea de cruzar el océano Atlántico en solitario encerrado en un tonel.
El francés Jean-Jacques Savin comenzó el miércoles por la mañana su pretensión de cruzar el Atlántico, en una especie de barril, impulsado por la fuerza de las corrientes marinas. Dejó atrás El Hierro, en Canarias, en su intento por llegar al Caribe en tres meses. “Tengo un buen clima con un oleaje de un metro y me muevo a 2 o 3 km/h. Por el momento, mi cápsula está funcionando muy, muy bien y tengo previsiones de vientos favorables hasta el domingo”, declaró el deportista de 70 años a la agencia Afp. Savin llevaba meses preparando su barco en un astillero de Arès, en la cuenca del Arcachon.
De tres metros de largo, 2,10 m de diámetro y 450 kg en vacío: el cañón espacial, con forma oblonga y lados biselados, está hecho de una madera contrachapada endurecida para resistir el asalto de las olas y los posibles ataques de orcas. En el interior, unos 6 m2 de superficie habitable, una zona para dormir, una cocina, una oficina yun área de almacenaje. En el suelo, una ventanilla para ver el fondo del mar.
El ex soldado paracaidista, que trabajó en África como piloto privado y guarda de un parque nacional, ya está listo para la Nochevieja: “He traído un pequeño Sauternes y foiegras”. El aventurero espera que las corrientes lo lleven naturalmente, sin el uso de velas ni remos, al Caribe: “Quizás a Barbados, pero me gustaría una isla francesa como Martinica o Guadalupe, sería más fácil para los periódicos, y para traer luego de vuelta el barril”, aseguró.
En cuanto a la ciencia, también debe utilizar balizas de una organización internacional que observa los océanos para estudiar las corrientes. Y se pondrá a prueba cómo tolera la soledad en un entorno cerrado. Incluso el vino será probado: un Burdeos en un ánfora de terracota será comparado con el mismo vino que se deja en el suelo. La aventura, patrocinada por la empresa Boutes, fabricante de barriles de la Gironda, tiene un presupuesto de 60.000 euros, recaudados principalmente mediante financiación participativa.
En diciembre del 2006, el reusense Andreu Mateu atravesó el Atlántico, aunque lo hizo en una embarcación de remo en solitario y sin asistencia. Doce horas de remo diarias. Con un presupuesto de 50.000 euros, incluida la compra del barco, Mateu zarpó desde el puerto canario de La Gomera y remó hasta la isla caribeña Antigua en una travesía prevista de 100 días y 2.700 millas marinas (5.000 kilómetros). Fue el primer español en lograrlo en solitario. De las 200 personas en el mundo que intentaron la misma travesía antes que Mateu, sólo 32 lo consiguieron y únicamente un puñado de ellos lo lograron sin asistencia. El resto tuvo que ser rescatado y siete de ellos desaparecieron en el mar.
Más recientemente, en febrero pasado, a remo también cruzó el Atlántico el gallego Jorge Pena, de 53 años. Ante olas de ocho metros de altura y vientos de hasta 80 kilómetros por hora, Pena cubrió el trayecto, solo en alta mar, en 58 días también con una embarcación de remo, un bote de siete metros. En su caso, la idea del proyecto tenía un fin benéfico de dar visibilidad a la fundación CRIS contra el cáncer.
En marzo del 2017, un sudafricano había culminado otra hazaña, bastante más descabellada: cruzar el Atlántico en solitario con una paleta de remar y subido a una tabla con un compartimento delantero en el que se podía refugiar durante sus descansos y que le ayudaba a mantener la dirección pese al oleaje. Chris Bertish completó una travesía de unos 7.500 km en 93 días.
Savin repite el trayecto que ya hicieron otros a remo, como el reusense Mateu o el gallego Pena