Damasco y Moscú ponen freno a la ofensiva turca contra los kurdos
El ejército sirio irrumpe en el enclave de Manbij en presencia de tropas de EE.UU.
Tropas de Damasco irrumpieron en la mañana de ayer en el enclave de Manbij, controlado por las milicias kurdas de Siria (YPG) con respaldo estadounidense, en previsión de la anunciada ofensiva turca para empujarlas hasta la margen oriental del río Éufrates. Tan sólo unos cientos de efectivos –según las informaciones disponibles ayer–, que incluían unidades de la Guardia Republicana y de milicias, tomaron posiciones cerca de la línea de contacto e izaron la bandera siria en Al Arima, de donde se retiraron las YPG.
La situación que se produjo es inusual porque las tropas estadounidenses todavía no han evacuado Manbij, según la retirada anunciada por el presidente Donald Trump. Estos soldados patrullaban hasta ahora la línea de contacto –la llamada línea Sajur– en coordinación con el ejército turco y ahora todos tienen delante a las fuerzas de Bashar el Asad.
La noche del jueves, desde una base norteamericana se dispararon bengalas de advertencia dirigidas a las milicias rebeldes sirias, destinadas por Turquía a ser la cabeza de la ofensiva. Ayer, helicópteros estadounidenses sobrevolaron el territorio.
El alto mando del ejército sirio afirmaba hacia mediodía que había alcanzado la ciudad de Manbji, pero este extremo fue desmentido horas después por las fuerzas estadounidenses, que permanecen todavía allí, y también por portavoces kurdos, por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y por un testigo citado por la agencia Ap.
Al menos oficialmente, la incursión de las fuerzas de Damasco respondía a una petición de auxilio cursada por los kurdos la misma mañana. Es decir, exactamente lo contrario de lo sucedido hace casi un año en el cantón kurdo de Afrin, al oeste de Manbij. En aquella ocasión, el Gobierno sirio no prestó ayuda a los kurdos ante la ofensiva turca al negarse éstos a reconocer la soberanía de Damasco sobre el territorio, tal como les había pedido Moscú, que retiró de Afrin sus unidades de policía. Afrin fue tomado por las milicias sirias y el ejército turco. Para Turquía, el siguiente objetivo era expulsar de Manbij a las milicias kurdas, que habían liberado el enclave del Estado Islámico en el 2016.
Esta vez, la portavoz Ilham Ahmed Kurdi, jefa ejecutiva del Consejo Democrático Sirio, que es la rama política de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de mayoría kurda, lo ha dejado claro: “La intención es impedir una ofensiva turca”, y si la “excusa” de los turcos son las milicias sirias, “éstas dejarán sus emplazamientos al Gobierno”.
Ilham Ahmed visitó el jueves Damasco como parte de una delegación y dijo que se está trabajando en una hoja de ruta con el Gobierno sirio y con Rusia que va más allá de Manbij: en caso de una retirada total de los estadounidenses de sus bases en el Kurdistán sirio, serán las fuerzas de Damasco las que ocupen su lugar.
Si ayer el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, celebraba la nueva situación como un “paso positivo” para estabilizar Siria, y lo mismo afirmaba, exactamente, el ministerio iraní de Exteriores, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, comentaba que espera “explicaciones precisas” de Washington sobre las razones de la retirada de Siria anunciada por Trump.
Las milicias rebeldes sirias movilizadas por Turquía siguieron concentrándose de todos modos en la línea del frente, delante de las fuerzas de Damasco. Hubo algunas escaramuzas y uno de sus portavoces afirmó estar esperando la señal de atacar en cualquier momento.
Recep Tayyip Erdogan reaccionó emitiendo mensajes contradictorios. Por un lado, calificó de “acción psicológica” la incursión de las tropas de El Asad en Manbij, que según él tenían un “desarrollo poco serio”. Ciertamente, al menos hasta anoche se trataba de una acción limitada. Pero al mismo tiempo el presidente turco decía que “esos territorios pertenecen a Siria. Nuestro objetivo es sacar a las organizaciones terroristas de allí. En caso de que las organizaciones terroristas se vayan, no nos quedará trabajo por hacer”.
Las “organizaciones terroristas” no son otra cosa que las milicias kurdas YPG (y por extensión las FDS), a las que considera –no sin fundamento– una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), de Turquía, catalogado como terrorista.
Erdogan no olvidó, sin embargo, mencionar que hoy viajan a Moscú sus ministros de Exteriores y Defensa y el jefe de los servicios de inteligencia “para discutir estas cuestiones”. Al final, puede que no haya ofensiva.
Los norteamericanos patrullaban hasta ahora la ‘línea de contacto’ a la que se dirigen los sirios
El plan aceptado por los kurdos implica que si EE.UU. se retira de sus bases, el ejército sirio ocupará su lugar