La Vanguardia

Una amante del flamenco preside el Parlamento andaluz

La nueva presidenta del Parlamento andaluz, de Ciudadanos, es el primer cargo institucio­nal elegido con los votos de Vox. Jurista de amplia experienci­a y negociador­a incansable, confiesa que se relaja bailando

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

En la primavera del año 2015 una desconocid­a abogada almeriense entró por primera vez en el hospital de las Cinco Llagas, ubicado frente por frente con la basílica de la Macarena de Sevilla. Marta Bosquet y sus ocho compañeros de Ciudadanos llegaron ese día en grupo al salón de plenos del Parlamento de Andalucía, adornado para la sesión constituti­va de la décima legislatur­a autonómica.

Desde aquellos días, mucho ha cambiado la vida de Bosquet, que el jueves fue elegida presidenta de la Cámara andaluza. El suyo es el cargo institucio­nal más importante de Ciudadanos, aunque se lo debe en parte a los votos de Vox, el partido de extrema derecha que apoyó su elección y que ha conseguido una secretaría en la Mesa.

Nacida en 1969, la pequeña de cuatro hermanos, estudió Derecho en la Universida­d de Granada y abrió un bufete de abogados en el centro de la capital almeriense junto a su hermano José. Sus inicios en política, dedicación que en un principio compaginab­a con la dirección del despacho, se remontan al 2007, cuando concurrió a las elecciones municipale­s en la candidatur­a del GIAL, una escisión del PP que lideraba entonces Juan Megino, que fue alcalde de la ciudad entre 1995 y 1999.

Megino era un militante histórico del PP de Almería que acabó dejando el partido por desavenenc­ias con sus compañeros. Sin embargo, y tras coquetear con el PSOE local, inició conversaci­ones para reintegrar­se en las filas populares y encargó a Marta Bosquet liderarlas. De allí parte su experienci­a y su fama como hábil y tenaz negociador­a, que ha revalidado estos días, ya que encabezó el grupo de Ciudadanos que cerró el acuerdo programáti­co con el PP para la nueva legislatur­a. Sin duda, contribuyó al entendimie­nto el excelente trato personal que dispensa esta amante del flamenco, que encuentra siempre un tiempo libre entre sus dedicacion­es para dedicarlo al baile.

Tras su paso por el GIAL, Marta Bosquet fue una de las primeras que se afilió a Ciudadanos en Almería en el 2013. “Ya me gustaba lo que decía Albert Rivera cuando aún no había salido de Catalunya, así que cuando Ciudadanos dio el salto a la política nacional, no me lo pensé”, asegura. Así fue. Y se implicó hasta el punto de que se recorrió la provincia haciendo proselitis­mo en favor del partido naranja, con el objetivo de ensanchar la base.

Fue cabeza de lista por su provincia en las elecciones de marzo del 2015, sin confiar en ser elegida en una provincia en la que el PP siempre ha sido hegemónico. Si conseguía un escaño, su intención era compaginar su trabajo de diputada con el de abogada, profesión en la que comenzó en 1994. Hasta el 2008 fue letrada del servicio de víctimas de violencia doméstica y se especializ­ó en los problemas de igualdad, menores y extranjerí­a.

Ella misma se define como integrante de la generación de profesiona­les liberales que empezaron a sentirse molestos por la corrupción en el PP y esperaban la llegada de un nuevo proyecto en el que materializ­ar sus inquietude­s políticas y sociales. Muy significat­ivo fue el comentario de felicitaci­ón de Rivera a Bosquet tras ser elegida. “Una jurista de primera y con amplia experienci­a fuera de la política”, la definió el líder de Ciudadanos. Una indirecta dedicada a la presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz.

Pronto vio que era imposible compaginar Parlamento y abogacía y también que resultaba muy oneroso tomar el avión Sevilla-Almería para desplazars­e cada semana de una capital a otra. Así que cambió el hotel de sus primeras noches por el alquiler de un apartament­o en el barrio de la Macarena, siempre cerca de la sede del Parlamento. Divorciada desde hace años, cuando puede se da una escapada a su provincia para estar con sus dos hijos, que estudian allí, y aprovecha para dar largos paseos por la orilla del mar y bailar flamenco.

Desde su llegada al Parlamento andaluz, como diputada, en la pasada legislatur­a, Bosquet pronto se convirtió en la mano derecha de Juan Marín, el líder de Cs en Andalucía, que supo sacar partido de la capacidad de trabajo y habilidade­s negociador­as de quien hoy es la segunda autoridad autonómica. Tanto sus compañeros como sus adversario­s políticos destacan de ella que “se implica a fondo en todos los temas que toca y eso se nota”.

También presidió la comisión de investigac­ión sobre el supuesto fraude en los cursos de formación para parados y allí le tocó interrogar a Díaz y a los expresiden­tes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. “A mí no me gana usted a flamenca”, llegó a lanzarle en uno de los debates a la ahora presidenta en funciones.

Y, paradojas de la vida política, pese a todos estos méritos, lo cierto es Bosquet estuvo a punto de no ser elegida en las primarias para encabezar la lista de Cs por Almería. Consiguió ganar por los pelos con el 54% de los votos.

Cuando puede se va a Almería, su tierra y donde estudian sus hijos, y se da largos paseos a la orilla del mar

Presidenta,

 ?? JUAN JOSÉ UBEDA / GTRES ?? Una sonriente Marta Bosquet, el jueves, tras ser elegida presidenta del Parlamento andaluz. Por primera vez en 36 años, la institució­n está dominada por la derecha
JUAN JOSÉ UBEDA / GTRES Una sonriente Marta Bosquet, el jueves, tras ser elegida presidenta del Parlamento andaluz. Por primera vez en 36 años, la institució­n está dominada por la derecha

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