Mujeres que han marcado el año
La reina Letizia lleva ya algún tiempo ostentando el trono de la mujer del año, pero no es la única que llama la atención
La mujer del año no existe o, al menos, va por barrios. Puestos a valorar la celebridad, quién no conoce a Letizia, reina consorte; a Terelu, presentadora doliente; a Meghan, duquesa mulata, o a Miriam, falsa princesa inca. Pero, ¿qué tienen en común la mujer de Felipe VI, la hija de María Teresa Campos; la esposa del príncipe Enrique y la ganadora de Gran Hermano HVIP? Sería cuestión de conocerlas a fondo, pero de entrada comparten el mérito de ser las mujeres que más interés han despertado a lo largo de este año a punto ya de acabar.
Qué decir de Letizia, al margen de que ha cerrado ya el primer ciclo del ejercicio de su real majestad al haber estrenado casi todas las joyas de la Corona, al menos las conocidas. Se ha coronado en el sentido literal de la palabra y, efectivamente, el hábito hace al monje y la tiara, a la reina. Ese es su haber y su debe, el rifirrafe pascual con su suegra, la reina Sofía, un episodio que posteriormente intentó enmendar pero que, en todo caso, contribuyó a agrandar su leyenda.
Terelu Campos ha sido triste noticia este año por su recaída del cáncer y, sobre todo, por su decisión de someterse a una doble mastectomía. Vistió sus últimas apariciones públicas con la excusa de normalizar la enfermedad pero, en realidad, el punto de frivolidad de hablar de algo tan íntimo ha acabado por pasarle factura. Mientras tanto, su madre, María Teresa Campos, empieza a hacerse a la idea de que su tiempo en la televisión debe conjugarlo en pasado.
Terelu, con sus excesos estilístico y ese afán por el primer plano que necesita alimentar como sea, puede considerarse una diosa catódica al lado de la peruana Miriam Saavedra, vulgar, ordinaria, deslenguada e ignorante que, sin embargo, ha llevado a GHVIP yaTele5 a las más altas cotas de audiencia. También Meghan Markle ha elevado la popularidad de la monarquía británica. Los Windsor le deben mucho aunque cada vez está más claro que la eligieron para cumplir la cuota multirracial. Curados de espanto con Lady Di ,a Kate Middleton le hicieron esperar siete años hasta darle el visto bueno, pero en cuanto los servicios secretos comunicaron que el príncipe
Enrique tenía una novia mulata, todo fueron prisas para anunciar el compromiso. Les venía de perlas para demostrar que la familia real británica acoge a todas las etnias y culturas. Ahora se han dado cuenta de que la joven tiene un carácter, o dos, pero no es por eso por lo que la eligieron, para buena y obediente ya tienen a Catalina.