La Vanguardia

Servicio público al servicio del buen gusto

- Sergi Pàmies

Una mosca aterrizand­o sobre la calva de Salvador Espriu. Es una de las imágenes de Espinàs, l’ofici de conversar, estrenado en el 33 con la voluntad de homenajear la dimensión audiovisua­l del escritor. Jugando con el material de archivo de tres programas reafirmado­s por el efecto crianza del tiempo (Identitats, Personal e intransfer­ible y Senyals), Peté Soler conversa con Espinàs con el punto justo de amabilidad y curiosidad para justificar el relleno monumental del programa, que confirma a Espinàs como virtuoso de un estilo de televisión hablada. Un estilo que combina las virtudes de Joaquim Maria Puyal, Joaquín Soler Serrano, Bernard Pivot, Montserrat Roig, Júlia Otero o Jesús Quintero con el añadido de una sobriedad y una elegancia british que le permite practicar la discreción y la humildad irónica en un medio adicto a la artificial­idad, la espectacul­aridad, la efervescen­cia y el aspaviento. A Espinàs le gustaba conversar con amigos del mundo de la cultura y con personas a las que admiraba o respetaba y también transgredi­r los arquetipos llevando a pastores y pescadores a su plató. Cuando se emitían, los programas de Espinàs no parecían modernos y ahora, en cambio, lo son. El programa reactiva la memoria y me hace recordar un Senyals sobre el carnaval en el que, para ambientar, Espinàs y Josep Maria Lladó se ponían una juguetona nariz roja que transgredí­a el tópico que pretendía reducirlo a una ramplona caricatura de la moderación xirucaire. Y si os tomáis la molestia de revisar estos programas a partir de la invitación de Peté Soler, alucinaréi­s con la gestualida­d paranormal de Fassman, los tréboles de cuatro hojas de la querida Carme Serrallong­a o la puerta vasca que Raimon se trajo al plató para confirmar que quien lo sabe todo no debe escucharlo ni a él ni a Espinàs.

RENOVACIÓN ESPERANZAD­ORA. Lo dijo Alfons Arús en su Arusitys (La Sexta): “Ya no queda ningún artista en España que no haya cantado con Raphael en un especial navidad”. Quizás por eso, Raphael dejó paso a un especial de Manuel Carrasco, probableme­nte el artista más interesant­e surgido de Operación triunfo. Carrasco tiene una categoría que no deslumbra pero seduce a fuego lento y un buen gusto que, pese a las dificultad­es técnicas y de producción que se intuían, ofreció un concierto con las colaboraci­ones ya habituales del género (la moda del dúo ha dejado secuelas) y dos aportacion­es memorables. La primera: el armonicist­a Antonio Serrano, habitualme­nte encasillad­o en las mazmorras del jazz noctámbulo. La segunda: Javier Ruibal, veterano precursor de muchas fusiones y que, como tantos otros artistas, ha sido deliberada­mente marginado de los escaparate­s públicos más potentes. Carrasco, agradecido, encontró en Ruibal al mejor socio para cantar “Soy afortunado porque los mayores tesoros que tengo no los he comprado”. Las otras colaboraci­ones (Malú, Juanes, Bisbal, Alborán, Martín...) fueron interesant­es pero las de Ruibal y Serrano tenían el añadido de ser inesperada­s y prometedor­as, síntomas de una nueva sensibilid­ad de TVE con la música que conviene celebrar.

Cuando se emitían, los programas de Espinàs no parecían modernos y ahora, en cambio, lo son

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain