Gritos de “victoria” a bordo del ‘Open Arms’
Agotados pero en buen estado general, los 171 adultos y 137 menores comienzan los trámites para pedir refugio o asilo político
Con el cansancio reflejado en el rostro, pero plenamente satisfecho por lo conseguido, Óscar Camps, director de la oenegé Proactiva Open Arms, relataba ayer las peripecias de las más de mil millas marinas que el barco ha recorrido desde la costa libia hasta la zona de Algeciras, “el único puerto seguro que hemos encontrado, pese a ser el más alejado”, para llevar a tierra a 308 inmigrantes, entre ellos 137 menores, que sin ayuda “hubieran muerto sin duda en el mar”. Dos menores tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios, pero el resto se encuentra “cansados, casi exhaustos, aunque razonablemente bien”, señaló Camps, quien reconoce que han tenido “que hacer milagros para proporcionarles alimentos y mantas.
Antes de poner rumbo hacia España, la tripulación del Open Arms contactó con los países más cercanos para desembarcar a los migrantes que rescataron de tres barcazas en muy mal estado a unas 50 millas al noroeste de Trípoli. Libia, Italia, Francia y Túnez dieron la callada por respuesta y Malta negó explícitamente el permiso para desembarcar. “Hemos pasado de la indiferencia a sufrir un auténtico bloqueo”, comentó Camps.
Los 308 migrantes que llegaron ayer al puerto de Crinavis, en San Roque, pasarán 72 horas en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros, que tiene capacidad para 424 personas y se encuentra situado en las mismas instalaciones portuarias. Tras los trámites establecidos para su identificación, los 137 menores se distribuirán en varios centros de acogida de la Junta de Andalucía en Algeciras, San Roque, Los Barrios y la Línea de la Concepción.
La normativa española obliga a ofrecer la posibilidad de pedir asilo a los recién llegados, por lo que un equipo de la agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) les está proporcionando información sobre protección internacional y derecho de asilo. El 30% de los rescatados (101) huyen de la guerra en Somalia, 62 son costamarfileños, 37 proceden de Mali, país donde existe un contingente militar español, 32 son sudaneses y hay de Nigeria, Guinea Bissau, Burkina Faso, Camerún, Chad, Liberia, Siria, Egipto, Gambia y Sierra Leona, hasta 19 nacionalidades diferentes. La gran mayoría de los adultos pedirá asilo político o se acogerá a la condición de refugiados.
Según los periodistas que viajaban a bordo del Open Arms, los migrantes se despertaron ayer antes de lo habitual, con las luces del Peñón de Gibraltar como faro en la oscuridad de la noche. Entre ellos, Koné, que fue el último en descender del barco. Tiene 10 años y viaja solo, aunque le acompaña su amigo Adama, de 15 años. El menor empezó a repartir abrazos entre los voluntarios. “Gracias por salvarnos en el mar” era la frase más escuchada mientras el barco entraba en el puerto de San Roque, junto a gritos de boza, boza, boza [victoria].
Tras llegar a tierra, los migrantes fueron atendidos por cerca de 40 miembros de la Cruz Roja, de
Rescatados frente a las costas de Libia, tuvieron que viajar al puerto más lejano para ser acogidos
ellos 30 voluntarios, que aplicaron el dispositivo habitual que se utiliza con las personas recogidas por Salvamento Marítimo en la zona del Estrecho o en el mar de Alborán. Un protocolo que incluye asistencia sanitaria primaria y el reparto de ropa y alimentos.
Save the Children comenzó a atender inmediatamente a los 137 niños y niñas. La organización informará a los menores que viajan solos y a las familias sobre sus derechos y sobre cómo funciona el sistema de acogida en España. También se identificarán perfiles vulnerables que requieran una atención específica, tales como menores no acompañados o niñas víctimas de trata, entre otros. Además, se realizarán primeros auxilios psicológicos en caso de que sea necesario.
El Centro de Atención Temporal de Extranjeros del muelle de Crinavis se puso en marcha el pasado 3 de agosto y desde entonces ha atendido a más de 9.000 inmigrantes, de los que aproximadamente un 15% son menores no acompañados, un 10% mujeres, y entre un 3% y un 5% menores acompañados.