Joan Oliver
PROPIETARIO DEL CF REUS
Joan Oliver (63), propietario del Reus, dio la cara y admitió que no ha encontrado un comprador para el club, cuya viabilidad pende de un hilo ya que debe 5 millones. Por impagos, al Reus sólo le quedan 12 futbolistas para jugar en Segunda.
Un par de situaciones vividas ayer en las oficinas del CF Reus, lejos de los focos, explican la situación desesperada que vive el club, con su continuidad en Segunda División colgando de un hilo. La primera, con Joan Oliver, consejero delegado y propietario, a punto de marcharse a casa con lágrimas en los ojos, desencajado, tras admitir ante las cámaras que en realidad aún no ha cerrado la venta del Reus.
La segunda, con Shaq Moore, uno de los cinco futbolistas que quedaron libres el viernes por los impagos, saliendo del Estadi Municipal con una gran bolsa negra a su espalda, de basura, con sus pertenencias. El fracaso de la gestión económica de Oliver y su círculo de confianza, lejos de Reus, incapaces de encontrar en cuatro meses un comprador solvente, deja la histórica entidad a un paso de la desaparición en Segunda División.
El aún propietario aseguró hace pocos días a sus futbolistas y miembros del cuerpo técnico que la operación de venta estaba cerrada “en un 99,9%”, por lo que dijo que todos cobrarían de forma “inmediata”. La realidad ha desmentido a Oliver y los 13 jugadores que se han quedado –porque cobraron in extremis, con un dinero que Oliver admitió ayer que sacó de su bolsillo y no del presunto comprador– quieren irse este invierno.
“Yo no he hecho ninguna promesa, pido que se confíe que se está trabajando para que llegue la solución; hay posibilidades de que llegue, sí, certeza, no”, dice quien fue director general del Barça de Laporta. Oliver sigue buscando a la desesperada un nuevo propietario dispuesto a cubrir la deuda Reus, de cinco millones.
“Regalaría mis acciones, sí”, añadió. Oliver asegura que el problema para cerrar la venta no ha sido él, reticente a desvincularse de un club que compró en 2.ªB. “Que venda y me vaya, estoy al 100% de acuerdo, pero el problema es el orden: primero tengo que hacer todo lo que humanamente pueda para resolver la situación. No me iré antes de vender”, sostiene.
Al Reus, en preconcurso de acreedores desde octubre, le quedan sólo 12 jugadores del primer equipo, que podrían ser 10 en pocos días si no paga a los dos últimos en denunciar (Olmo y Querol). Oliver defiende que pueden seguir en Segunda completando el equipo con los jugadores del filial, algo que técnicamente es viable. “El riesgo de desaparición inminente no existe ahora, lo que no niego es que hay una necesidad absoluta de vender: si no se produce la continuidad será complicada o no será posible”, admite.
del
MALVIVIR EN SEGUNDA
Si no se cierra la venta, el propietario sostiene que se puede competir con sólo 12 jugadores más los del filial