Bailar contra el vacío
El bailarín Pierre Rigal lleva al Mercat de les Flors su hipnótico solo ‘Mobile’
Un hombre está solo, perdido en una gran extensión de desierto. Progresivamente, descienden del cielo hacia él objetos en dos dimensiones que van armando en el escenario una realidad fascinante: un coche americano, una cabina telefónica e, incluso, una ciudad. Y, como en un móvil de Alexander Calder, el atleta, economista y bailarín francés Pierre Rigal juega e interactúa con los objetos con una elegancia hipnótica y seductora. De modo que la danza y las imágenes transportan al público a un mundo onírico y sorprendente en Mobile, el tercer solo de Rigal que se puede ver hasta el día 4 en el Mercat de les Flors.
Si en Érection, su primer solo, Rigal explicaba la historia de un hombre estirado que intentaba ponerse derecho, y en Press ,el segundo, la peripecia de un hombre que evolucionaba en un espacio que se estrechaba progresivamente, en Mobile el bailarín ahora da vida a la historia de un hombre que intenta llenar la inmensidad de su espacio vital. Una pieza que se mueve entre el teatro y la danza y que trata con humor y delicadeza la relación de los objetos con la imagen.
Un universo tan peculiar como Rigal. Nacido en 1973 en Moissac, atleta especialista en 400 metros y 400 metros vallas, se licenció en Economía matemática en Toulouse y más tarde estudió cine. Mientras se formaba como bailarín coincidió con coreógrafos como Heddy Maalem, Wim Vandekeybus, Nacera Belaza o Philippe Decouflé. En el 2003 fundó su compañía, Dernière minuite, con Érection.