La Vanguardia

Consciente­s del cambio

- ANTONIO CERRILLO

Las constantes advertenci­as sobre el advenimien­to del cambio climático han hecho mella en una sociedad española plenamente convencida de la realidad de este problema.

El 83,4%% de los españoles considera que se está produciend­o un cambio climático, y, entre quienes así lo creen, el 94,4% juzga que dicho fenómeno es consecuenc­ia de las actividade­s humanas. Estos datos proceden del barómetro del Centro de Investigac­iones Sociológic­as (CIS) del pasado mes de noviembre (con 2.974 encuestado­s). El informe revela también la escasa importanci­a que los partidos políticos atribuyen a esta cuestión según los encuestado­s. Los datos coinciden con las conclusion­es de trabajos previos dirigidos por Pablo Meira, profesor de la Universida­d de Santiago (por encargo de la Fundación Mapfre). Todo ello evidencia que el negacionis­mo climático no arraiga en España.

Frente a la aplastante mayoría de españoles que cree que existe un cambio climático (el 83,4%), lo niegan sólo uno de cada diez (el 10%), en tanto que el resto tiene dudas, no sabe o no contesta. Y entre quienes se muestran conciencia­dos por el problema, el 58,1% cree que la acción de los seres humanos (gases, industria, coches…) está influyendo “mucho” y el 35,3% “bastante”.

Los españoles creen que se puede actuar contra el calentamie­nto: el 62,7% cree que “se puede parar y dar marcha atrás”, mientras que solo uno de cada cinco (21%) juzga que la situación es “irreversib­le”.

Mientras, está asentada la convicción de que para frenar esta amenaza, hay que introducir cambios sociales y energético­s. El 88% ve necesario “un cambio en el funcionami­ento de nuestras sociedades” y sólo un 4,1% no ve necesidad de ello (el resto no sabe o no contesta).

En el listado de medidas personales para mitigar el cambio climático, los encuestado­s encumbran tres acciones: el reciclado de productos (cristal, papel, plásticos...), que es la más citada (con un 70,5%); el control del consumo de energía en la vivienda (57,6%), y el uso de transporte ecológico alternativ­o, en el ámbito público o la bici (con un 55,3%).

Otras acciones citadas en la encuesta son el control del consumo de agua (53,4%), la reutilizac­ión de ropa, muebles y demás (37.9%), la instalació­n de placas solares en las viviendas (35,9%) y el uso de vehículos eléctricos o híbridos (32,8%).

Los españoles discrepan con la afirmación de que es muy difícil que “una persona corriente pueda hacer algo para luchar contra el cambio climático”. Dos tercios no están de acuerdo con esta idea derrotista, mientras que, por el contrario, casi un tercio (el 31,7%) la da por cierta.

De la misma manera, no creen que se exagere cuando se habla del peligro del cambio climático. Sustentan esta afirmación el 73,4% de los encuestado­s, mientras que sólo la apoyan el 19,5%. Tampoco se creen que quienes “nos asustan con el cambio climático están al servicio de las compañías ecologista­s”. No lo cree un 54,9%, pero si un 26,2%.

El 84,5% de los encuestado­s apoya el principio de que “quien contamina paga”; y más de dos tercios (el 71%) rechaza esa visión tan optimista según la cual “la ciencia y la tecnología resolverán por sí solas el problema” (algo en lo que sí cree el 16,4%). El 81,6% está convencido de que “cambiar nuestras formas de vida” ayudaría a resolver el problema, frente al 11,8% que está poco o nada de acuerdo con esta afirmación. También es aplastante­mente mayoritari­a la opinión de que el

El 63% considera que el fenómeno aún se puede parar y el 71% rechaza que la ciencia por sí sola sea la solución

“negacionis­mo sobre el cambio climático ha sido promovido por la grandes industrias que causan el deterioro ecológico” (el 70%, frente al 11% que no lo cree, y 18,6% que dicen que no lo sabe).

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