La Vanguardia

Antero Henrique

DIRECTOR DEPORTIVO DEL PSG

- Santi Nolla

Cuando Antero Henrique (50) llegó al PSG su primer trabajo fue convencer a Neymar, que acababa de renovar, para que cambiase Barcelona por París. El directivo acusa ahora al Barça de haber hablado con Rabiot ilegalment­e.

El director deportivo del Paris Saint-Germain, Antero Henrique, no es el más indicado para dar lecciones de ética. Hace poco comentó que el FC Barcelona se había saltado las reglas llegando a un acuerdo con el futbolista Adrien Rabiot, porque se había puesto en contacto con él antes de los seis meses preceptivo­s de que acabe su contrato, plazo que permite la FIFA para negociar. Él mismo, en el PSG, es quien dibujó la estrategia para fichar a Neymar. ¿Nadie del club francés habló con el jugador antes de ficharlo? ¿El PSG pagó la cláusula sin hablar antes con el futbolista?

La norma fomenta la hipocresía y acaba resultando una farsa. Todos los clubs negocian antes con los jugadores y no se esperan a hacerlo en los seis meses anteriores a acabar el contrato. Entre otras cuestiones, en la legislació­n deportiva española hay cláusulas de rescisión, que no hay en otras Ligas de fútbol, lo que ya representa una desigualda­d. Eso debería unificarse y darle una vuelta a la norma de los seis meses.

La normativa de la FIFA dice: “Un club que desee concertar un contrato con un jugador profesiona­l debe comunicar por escrito su intención al club del jugador antes de iniciar las negociacio­nes con el jugador. Un jugador profesiona­l tendrá la libertad de firmar un contrato con otro club si su contrato con el club actual ha vencido o vencerá dentro de un plazo de seis meses”. Difícil. El no firmar un acuerdo puede tener su lógica, pero la práctica lo acaba derrumband­o. Lo de ir a hablar con el club antes de hacerlo con el futbolista tiene pocas probabilid­ades de cumplirse. ¿Qué problema hay en hablar con un jugador, normalment­e

Eso de que un futbolista no puede hablar con otro club hasta seis meses antes de acabar contrato es una farsa

es con su representa­nte, para conocer sus intencione­s de futuro? Eso forma parte de la práctica natural de cualquier negociació­n. Prohibirlo carece de sentido común y fomenta la hipocresía. Lo normal es que los clubs y la FIFA se reúnan y sienten las bases de una negociació­n en la que todos estén de acuerdo, no una que sea imposible de cumplir.

Pero lo que resulta más complicado de entender es que los propios protagonis­tas del incumplimi­ento, cuando les afecta a ellos, se erigen en los defensores de la ética. ¡Hombre! El PSG puede dar pocas lecciones después de estar en permanente sospecha por no cumplir el fair play financiero. ¿Qué debería decir el Ajax, cuyos jugadores son apetecidos por medio mercado de clubs top? Menos quejas de cara a la galería y más trabajar para que las normas no fomenten la hipocresía y la farsa, y acaben regulando la normalidad. Les ha dolido que Rabiot no renovara con el PSG. Se entiende. Pero, lecciones, ni una.

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