Grifols vende 59 centros de plasma a su principal accionista por 469 millones
Grifols, el fabricante catalán de hemoderivados, anunció ayer la venta de dos de sus filiales, propietarias de 59 centros de plasma, a Scranton, la sociedad inversora controlada por la familia Grífols, por 537 millones de dólares (469 millones de euros).
Grifols vende su filial estadounidense Biotest, que tiene 24 centros de recogida de plasma y adquirió el pasado 1 de agosto, y la alemana Haema, propietaria de otros 35, que compró en agosto, al mismo precio al que las había adquirido. La venta permite a Grifols monetarizar rápidamente su inversión, y reducir deuda, manteniendo el control de los centros de recogida de plasma, ya que el contrato de venta incluye un acuerdo de suministro en exclusiva a favor de Grifols para los próximos 30 años. Igualmente, la empresa mantiene un opción de compra que puede ejercitar en cualquier momento a partir del 2020.
Fuentes cercanas al grupo equipararon la venta a “un sale & leaseback” y recordaron que la compañía ya vendió en el 2011 su sede de Sant Cugat y otros cinco inmuebles en España a Gridpan, una filial de Scranton, por 84 millones de euros, y la planta de fraccionamiento de plasma de Carolina del Norte (EE.UU.) a la misma Scranton por 152 millones de euros. El mismo año Grifols vendió a grupos inversores una fábrica en Los Ángeles , con su maquinaria, por 41 millones de euros.