La Vanguardia

“Hay placer en ayudar, en resolver problemas”

- ANA JIMÉNEZ IMA SANCHÍS

Tengo 64 años. Barcelones­a. Tengo dos hijos y dos nietos. Estoy licenciada en Filosofía y Letras y Ciencias de la Educación, y tengo un máster en Dirección y Administra­ción de Empresas. Siempre he votado en función de las personas con discapacid­ad porque esa es mi vida. Soy cristiana

Algún familiar con discapacid­ad intelectua­l, amigo...? No y no. Pues les ha dedicado la vida. Primero fue casualidad. Luego el gusto por ayudar, por resolver problemas. Hay placer en ello...

Absoluto. Verá, mientras estudiaba primero de Biológicas trabajaba como monitora en el patio y en el comedor de una escuela en la que había nueve niños con discapacid­ad intelectua­l, lo que no era normal, pero la escuela no tenía suficiente­s matriculac­iones y los aceptaron.

Eran otros tiempos.

Al profesor no le gustaba tener esos alumnos en su clase y se marchó. El director, para salir del paso, me puso de tutora de cuarto de EGB porque le gustaba como trataba a esos niños.

Pero usted no tenía ningún título.

Sólo la buena voluntad e ilusión de la juventud que te hace darlo todo.

¿Se hizo con aquellos niños?

Sí, querían aprender y eran muy agradecido­s. Pero la escuela cerró y los profesores nos encargamos de reubicar a los alumnos en otras escuelas, pero a los que tenían discapacid­ad psíquica no los quiso nadie.

Una difícil situación.

Les propuse a los padres y a otros profesores crear una escuela para ellos, y Mercè Pàniker nos dejó la planta baja de su casa.

Y crearon la escuela de Educación Especial Taiga en 1977.

Sí, la primera escuela que integró escuela ordinaria con alumnos con discapacid­ad intelectua­l. Pero sabía que esos niños no tendrían un futuro laboral si no les ayudábamos.

¿Qué se le ocurrió?

En los años ochenta la imprenta era un buen negocio, todo el mundo hacía calendario­s, carteles, invitacion­es, tarjetas... así que decidimos formarles en ese oficio y creamos el Centre Especial de Treball Arts Gràfiques Icària.

Primer premio en estampació­n textil del Gremio de Industrias Gráficas de Barcelona.

Sí, y en un momento en el que el trabajo de las personas con discapacid­ad intelectua­l no estaba profesiona­lizado. Pero la impresión digital transformó el sector y tuvimos que reinventar­nos para poder ofrecer otros trabajos.

¿Qué se le ocurrió esta vez?

Inout Hostel, el primer servicio de hotelería y restauraci­ón de Europa en el que el 90% del personal tiene algún tipo de discapacid­ad.

¿Y cómo se le ocurrió? Vi en la televisión a Pasqual Maragall y al presidente de la Diputación de la época hablando de la falta de oferta de hoteles económicos en Barcelona cuando estaban empezaban a llegar muchos vuelos de bajo coste.

Pero había que formarles.

Y eso hicimos. Hoy en nuestro hostel, con 258 camas, todo el personal, desde los y las camareras, recepcioni­stas, personal de limpieza, jardinería, mantenimie­nto... son personas con discapacid­ad intelectua­l.

No todas esas personas pueden trabajar.

No, por eso también abrimos un centro para esas personas. En los años ochenta había oferta de este tipo de centros pero no cuadraba con la idea que nosotros teníamos.

¿Cuál era su idea?

Esas personas no pueden trabajar, de acuerdo, pero pueden visitar museos, ir al cine, pasear, ir a conciertos, hacer cosas propias de su edad.

¿Negocio, oenegé, fundación...?

Una entidad sin animo de lucro en la que todos participan de la propiedad, desde los padres, las personas con discapacid­ad y los trabajador­es. Pero los clientes que vienen al hostel son turistas, y los que compran nuestro servicio de imprenta y catering son empresas. Nuestro servicio es impecable.

No lo he dudado, ¿por qué me lo dice?

El evento Business with Social Value nace a raíz de un recorte en las subvencion­es durante la crisis del 2012. Eso nos llevó a crear un networking de empresas sociales que diera visibilida­d al sector como un sector competitiv­o.

¿Qué ha aprendido por el camino?

Le aseguro que lo que le voy a decir no es un mito o una sensiblerí­a.

Adelante.

Las personas en las que más puedes confiar en el trabajo, las que nunca te fallan, son las personas con discapacid­ad psíquica.

Arguméntem­elo.

Lo que piensan lo dicen, y eso facilita mucho las relaciones. “¡Que sacrificad­o tu trabajo!” me dice la gente, pero es lo contrario, trabajar con personas con discapacid­ad es un lujo por su nobleza y responsabi­lidad. Pero saben hacerse respetar y ser asertivos con sus necesidade­s, algo que reforzamos mucho en la escuela.

¿Qué ha entendido?

Que la gente es buena. En el 2012 expliqué por las redes sociales que si no conseguíam­os 130.000 euros tendríamos que cerrar, y en pocos días conseguimo­s 70.000. El resto nos lo envió un norteameri­cano que vio un programa de TVE sobre nosotros en el canal internacio­nal. No sabe cuánto lloré.

¿En qué cree usted?

En las ideas, en pelearlas, y en hacerlo todo fácil. En el restaurant­e tenemos una mesa perfectame­nte montada colgada de la pared, con los platos, los vasos y cubiertos pegados con silicona para que nadie se equivoque sin tener que repetir “lo estás haciendo mal”, es nuestra chuleta, y a los clientes les encanta.

 ??  ??
 ?? VÍCTOR-M. AMELA
IMA SANCHÍS
LLUÍS AMIGUET ??
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain