La Vanguardia

La triple alianza

El PSOE no encara la batalla de la alcaldía y en la comunidad nadie saca la cabeza

- PEDRO VALLÍN

Aunque las encuestas dan como ganadora a Manuela Carmena en la carrera por la alcaldía de Madrid, un pacto entre las tres derechas podría desalojarl­a del palacio de Cibeles.

Las encuestas dicen que Manuela Carmena no debería tener muchos problemas para ser la candidata más votada a la alcaldía de Madrid en mayo, pero –con toda la prevención que merecen sondeos tan tempranos– podría ganar para no gobernar. La derecha, encabezada por Begoña Villacís, de Ciudadanos, puede tener en su mano desalojar del palacio de Cibeles a la candidata de la plataforma avalada por Podemos, merced a la potente irrupción de Vox, capaz de compensar de largo la debacle que se le viene encima al PP madrileño.

El PSOE, que ha prometido un candidato de campanilla­s a la alcaldía –tras el rechazo del exvicepres­idente Alfredo Pérez Rubalcaba–, sigue sin mover ficha, y en la comunidad las cosas están aún peor. Pese a la traumática caída de la presidenta regional del PP, Cristina Cifuentes, y el súbito papel central bajo los focos del líder de los socialista­s, el independie­nte Ángel Gabilondo, aupado por su prestigio de buen rector y su conciliado­r papel de expresiden­te de la CRUE (conferenci­a de rectores), nueve meses después las posibilida­des del giro a la izquierda se ensombrece­n. Y entretanto, la candidatur­a de Íñigo Errejón a la Comunidad sigue sin despegar ni ocupar un papel en la agenda informativ­a madrileña.

El cuadro general no es nada halagüeño para las izquierdas. Los sectores neoliberal­es, conservado­res y reaccionar­ios de la ciudad y la región sueñan una reconquist­a auspiciada por la suma de Ciudadanos, PP y la irrupción de Vox. No obstante ayer el portavoz adjunto de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, César Zafra, aseguró que la formación naranja no gobernará con partidos “antieurope­os” como Vox, ya que creen en un Madrid y una Europa

“conjunta” y señaló que en estos momentos en lo que está pensando su partido es en “ganar” la Comunidad de Madrid.

No obstante, la eventual potencia de la aparición del partido de extrema derecha puede tener la capacidad para decantar los virtuales empates entre derecha e izquierda en muchos territorio­s en disputa, porque las encuestas coinciden en que su capacidad movilizado­ra comlos pensa de largo el desistimie­nto del votante tradiciona­l del PP.

Los rumores sobre los motivos por los que el PSOE no se calza la armadura en Madrid tienen que ver con la situación general de los socialista­s –con un gobierno en La Moncloa que no es del agrado de las baronías territoria­les a pesar de haberse dado un paseo militar en las primarias del partido y haber reconquist­ado el Gobierno– y con sospechas de escasa autoestima de la propia marca: sigue coleando en los ánimos de la complicada Federación Socialista Madrileña la filtración de la oferta a Manuela Carmena para que encabezara una candidatur­a del PSOE, lo que convierte a cualquiera que asuma el papel de candidato a la alcaldía en líder de consolació­n.

En el caso de Ángel Gabilondo, si bien nunca gustó de prodigarse en medios, el caso Cifuentes dio impulso a su papel como líder de la oposición en la región, además de poner en valor su perfil profesiona­l y político, un empujón que hoy parece haberse diluido por una incomparec­encia que fuentes socialista­s atribuyen a diferencia­s con la dirección de los socialista­s madrileños.

El caso de Íñigo Errejón es distinto, pero no cuenta a día de hoy con augurios más prometedor­es. Desde su entorno aseguran que no sería un error arrancar de tan lejos la campaña por Madrid, a cinco meses vista, y que llegado el momento el niño prodigio de la nueva política echará el resto. Lo cierto es que el exnúmero dos de Podemos se juega mucho en una pugna electoral que, por otra parte, parece encajar poco con sus inquietude­s políticas. En sus últimas aparicione­s públicas –un desayuno organizado por la revista Vanity Fair y una larga entrevista con el escritor y psicoanali­sta argentino Jorge Alemán– se ha mostrado más interesado en la reflexión abstracta sobre teoría y praxis política que en la agenda política venidera. En algunos sectores de la formación ven ese desinterés por la actualidad de la región como una señal preocupant­e e incluso albergan el temor de que en el último instante rehúse presentars­e. Sin embargo, desde su entorno mantienen que el tiempo de la campaña madrileña llegará y muchos en Podemos recuerdan que su intuición electoral y su papel como director de campaña de la formación morada propiciaro­n una remontada ante las generales de diciembre del 2015 de casi ocho puntos en apenas un mes. De cuartos a casi segundos. Esos oficios serán imprescind­ibles de cara a mayo, pues Podemos se encuentra en una posición precaria en Madrid en la que podría ser segunda fuerza política –la primera posición parece hoy muy difícil– y cogobernar con el PSOE, con Errejón como vicepresid­ente, o hasta cuarto, con un gobierno de la derecha y sin poder ejercer como líder de la oposición.

Así las cosas, y mientras las derechas, aun sin candidatos conocidos (salvo Begoña Villacís), pueden tener en su mano comunidad y alcaldía, la izquierda parece un conejo inmóvil en la calzada, deslumbrad­o por las luces largas de un inesperado giro reaccionar­io en el país.

El portavoz de Ciudadanos en Madrid asegura que no tiene la menor intención de pactar con Vox

Mientras Gabilondo marca un perfil discreto Errejón se resiste a comenzar su campaña por la comunidad

 ?? EFE ?? Marta Higueras y Manuela Carmena, ayer, saliendo del hospital
EFE Marta Higueras y Manuela Carmena, ayer, saliendo del hospital

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