Un año de cárcel por quince de malos tratos físicos y psicológicos
La sentencia narra un listado casi interminable de malos tratos físicos y psicológicos de un individuo hacia su mujer durante quince años, para acabar condenando al hombre en una sentencia por conformidad... a un año de cárcel. Además de insultos, golpes y amenazas, A.F.C.C. llegó a colocar un localizador camuflado en el coche de su mujer, intervenir su teléfono móvil y registrar su ropa.
El juzgado de lo penal número 1 de Almería ha decidido condenar a A.F.C.C. a doce meses de privación de libertad, pese a que la sentencia reconoce que la víctima sufre “una sintomatología ansioso-depresiva clínicamente significativa, con nivel bajo de autoestima y estrés postraumático compatible con un proceso de violencia de género”.
Durante tres lustros la mujer tuvo que soportar vejaciones de todo tipo mientras residía con sus dos hijos en el mismo domicilio que su agresor. Una situación que continuó hasta el año 2016, cuando finalmente se decidió a dar el paso de la separación. Pero ni siquiera entonces acabaron las agresiones.
El juez señala que durante todos esos años el condenado ejerció “sistemáticamente violencia física y psíquica contra su mujer, teniendo una actitud controladora” que le llevó a utilizar todo tipo de métodos para saber dónde se encontraba ella en cada momento, a qué lugares se desplazaba con su vehículo y con quién hablaba o no por teléfono.
A ello se unían frecuentes “empujones, tirones del pelo y golpes en la cabeza”, agresiones que en ocasiones se produjeron en el domicilio que ambos compartían y en presencia de los hijos de la pareja. También eran habituales insultos y expresiones del tipo “guarra, puta, no vales para nada, no sirves para el hogar”, y otras frases intimidatorias del tipo “yo no te mataré, pero encontraré a quien lo haga”.
En octubre del año 2016, cuando ya estaban de hecho separados, la mujer vio cómo su agresor subía al coche, cerca de la estación de autobuses de la ciudad andaluza, a una “mujer desconocida”. Al ser recriminado por ello, A.F.C.C. le dijo: “tú también estás follando, puta” y con “ánimo de quebrantamiento físico” se abalanzó sobre ella, la empujó al suelo, la cogió del cabello y la arrastró hasta la mediana de la calle, causándole diferentes lesiones, según consta en el texto de la sentencia.
Además del año de prisión por un delito de malos tratos habituales en el seno familiar, que previsiblemente no cumplirá de manera efectiva al carecer de antecedentes penales, el juez de Almería prohíbe al condenado acercarse a menos de 200 metros de la víctima durante tres años y comunicarse con ella por cualquier medio durante otros cinco años. Por el delito de lesiones, se le impone otra orden de alejamiento durante dos años.
Hace ahora algo más de un año, en diciembre del 2017, otro juzgado de Almería, en este caso el penal número cinco, impuso una pena de cuatro años y dos meses de condena a un hombre de 37 años por un caso similar al ahora sentenciado. En aquella ocasión, el hombre también agredía de obra y de palabra a su mujer desde el año 2011 y se justificó ante el magistrado señalando que “lo hacía por su bien”.
La sentencia relata un régimen interminable de agresiones y vejaciones a la mujer, pero no manda a prisión