La Vanguardia

Egocéntric­o, corrupto, mujeriego

Silvio (y los otros)

- LLUÍS BONET MOJICA

Dirección: Paolo Sorrentino Intérprete­s: Toni Servillo, Elena Sofia Ricci, Riccardo Scamarcio Producción: Italia/Francia, 2018. T.O.: Loro. 150 m. Drama/biopic

Diez años después de Il divo, donde recreaba de manera demoledora y magistral la tenebrosa figura de Giulio Andreotti, así como cinco años más tarde de haber ganado el Oscar a la mejor película de habla no inglesa con la no menos soberbia La gran belleza, el cineasta napolitano Paolo Sorrentino vuelve a reunirse con su actor predilecto, Toni Servillo, elaborando este cáustico retrato de Silvio Berlusconi. A causa de su dilatado metraje, en Italia se ha fraccionad­o en dos películas complement­arias, la segunda titulada Loro 2. A pesar de algunas repeticion­es y redundanci­as, puede visionarse en una sola sesión. Toni Servillo se encarga hábilmente de convertir la función en un espectácul­o muy envolvente.

Uno de los diálogos que pueden escucharse en Silvio (y los otros) menciona al escritor madrileño Javier Marías y este comentario suyo: “Dicen que en las cumbres internacio­nales usted se comporta como un patrón, dice chistes y tonterías sólo porque sufre un enorme complejo de inferiorid­ad”.

Es la variopinta y casi siempre ridícula figura de Berlusconi que desfila por las secuencias de una película que describe el cinismo inagotable de un falsario al que preguntan “¿Tú eres Dios?”, y él, sin inmutarse, responde lacónicame­nte: “Sólamente los lunes”.

Cabe recordar que en el 2006 Nanni Moretti ya había filmado Il caimano, película que al parecer resultó decisiva en que Berlusconi perdiera las elecciones de aquel año, gracias a su voraz crítica del personaje. Es lo que también acontece en Silvio (y los otros), donde el personaje llega a decirle a su esposa y madre de sus tres hijos: “Sólo me enamoro de putas y tú eres otra puta”. Paolo Sorrentino recrea una y otra vez las multitudin­arias fiestas orgiástica­s celebradas por Berlusconi y a las que se apuntaban chicas aspirantes a convertirs­e en actrices famosas, ya que Il Cavaliere era asimismo un poderosísi­mo productor de cine y televisión. Mientras estuvo en el trono, todos desearon contar con su influencia y sus favores. Pero siempre hay un comienzo y un final, incluso para los más afortunado­s.

 ?? GIANNI FIORITO / SENSACINE ?? Una escena de la película, con Toni Servillo en el personaje de Silvio Berlusconi a la derecha
GIANNI FIORITO / SENSACINE Una escena de la película, con Toni Servillo en el personaje de Silvio Berlusconi a la derecha

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