La apuesta es a todo o nada
Rubi volverá a confiar en su estilo para romper una racha de seis derrotas
“La propuesta será la de siempre. En los últimos dos partidos el equipo ha estado más cerca de sumar puntos que de perderlos y estoy convencido de que haremos un muy buen partido. Queremos empezar el año con una victoria”. Si el miércoles, tras la tradicional visita de estas fechas del equipo a los hospitales infantiles, Rufete ratificó la plena confianza que el Espanyol tiene en Rubi, ayer el técnico reafirmó su confianza tanto en su plantilla como en ese estilo atrevido y vistoso con el que el equipo consiguió sorprender a principio de campaña a propios y extraños.
Será así cómo los blanquiazules tratarán de empezar esta noche el año con una victoria ante el Leganés que rompa una racha de seis derrotas ligueras consecutivas, igualando los peores registros históricos del club. Una nue- va derrota llevaría al equipo al museo de los horrores de la entidad, pero Rubi está firmemente dispuesto a apostar a todo o nada.
Porque desde su retorno al Espanyol, lo que más ha dolido al técnico no han sido ni esos seis partidos perdidos –alguno de ellos, ciertamente, tan bueno como baldío–, ni esos otros en los que el equipo ha mostrado su peor imagen, como el de Getafe o el de la visita del Barcelona. Fue precisamente la acusación que le llovió de haber traicionado a su estilo ante los blaugrana para acabar cayendo 0-4 lo que más le caló. No le volverá a pasar, aunque le vaya el cargo en ello y, al club, una de las peores crisis desde que se mudó a Cornellà.
¿Confianza? ¿Orgullo? ¿Vanidad? “Cuando decidí ser entrenador ya sabía que hay momentos buenos y otros muy malos, y hay que tener regularidad a la hora de trabajar. En las victorias he estado muy tranquilo, no he sido egocéntrico, y ahora estoy igual de tranquilo –reflexionó el técnico–. Hay que seguir trabajando al máximo y estoy seguro de que todo quedará en una anécdota al final de temporada. Creo que lo que hacemos es lo correcto y la prueba está en estos dos últimos partidos”.
Ese dogmatismo de Rubi –llámese valentía, si se prefiere– se enfrentará al pragmatismo de Pellegrino, que llega a Cornellà tras encadenar siete partidos imbatido con el Leganés, que son nueve si se cuentan los de Copa. Eso sí, de todos ellos sólo ha ganado dos y el Lega –a día de hoy– está por detrás en la tabla.
LA CERTEZA DEL TÉCNICO “Todo esto quedará en una anécdota a final de campaña. Creo que lo que hacemos es lo correcto”