Miguel Bosé responde a las críticas sobre su aspecto demacrado
El cantante ha colgado un nuevo vídeo calificando de tonterías las críticas sobre su cara demacrada
“Estoy de vacaciones, estoy tranquilo, estoy feliz, y no voy a contestar ninguna tontería. ¡Feliz año!”, declaró ayer Miguel Bosé en un vídeo, que colgó en Instagram para zanjar los rumores que en las últimas horas han circulado sobre su estado de salud. Las alarmas se dispararon el pasado miércoles cuando envió un mensaje a sus seguidores para felicitar el año: “Para todos un espléndido 2019 y que venga lo mejor de lo mejor y gracias por este espléndido 2018. Os quiero. Ciao”. Lo que preocupó fue el rostro demacrado, la barba demasiado larga y el tono de su voz, muy grave.
Tras el aluvión de comentarios, tanto en las redes como en los me- dios de comunicación, sobre su aspecto cansado y su voz rota, al día siguiente borró las imágenes de su Instagram. Ayer, además del nuevo vídeo en el que se declaraba feliz y afirmaba que no iba a “contestar ninguna tontería”, colgó una foto sonriente en la playa, con el Caribe mexicano de fondo: “Arrancando el año en el paraíso, mejor imposible”.
Ayer, el representante de Miguel Bosé, Octavio Padilla, también salió en su defensa y aseguró a la agencia Efe que el cantante se encuentra en perfecto estado de salud: “Esos comentarios son tonterías, Miguel está sensacional, es todo lo que puedo decir”. No obstante, el pasado 1 de diciembre celebró su último concierto. Fue en un festival al aire libre en Los Cabos (Sabor a Cabo), en México. Al día siguiente las críticas musicales señalaban que a pesar del éxito del show al cantante le fallaba la voz.
Las especulaciones acerca del estado de salud de Bosé no han surgido de forma espontánea, por el vídeo de felicitación de año nuevo, sino que ya hubo un episodio anterior. El pasado 16 noviembre, en los Grammy Latino en Las Vegas, el artista de Amante bandido o Sevilla pisó el escenario para entregar un premio a Maná como personaje del año. Sorprendió su voz afónica y algo entrecortada. En aquellos días Bosé estaba en el ojo del huracán, ya que había salido a la luz pública la noticia de que había tenido una pareja sentimental durante 26 años, con quien hacía poco que había roto. Se llamaba Nacho Palau, un escultor, que además era el padre biológico de Ivo y Telmo, dos de los cuatro hijos de los que siempre hablaba el cantante como suyos. Después de la ruptura, el cantante y sus hijos Diego y Tadeo abandonaron Pa- namá, el país en el que residían desde el 2015, para instalarse en México. Palau, por su parte, regresaba a su València natal con sus dos retoños y, tras no haber llegado a ningún acuerdo, ha presentado una demanda en los juzgados. El escultor reclama una compensación económica por los años que estuvo con Bosé y trabajando para él, y además solicita que los cuatro niños puedan seguir manteniendo relación a pesar de no existir lazos de sangre entre ellos.
La demanda de Nacho Palau ha sido admitida a trámite en València, por lo que Bosé será llamado a declarar. Es probable que para ello no tenga que regresar a España y pueda hacerlo por videoconferencia, desde México.
A mediados de los ochenta también corrió como la pólvora el rumor de que había contraído el sida, incluso que había fallecido. Desde entonces, Bosé se volcó en la lucha contra el sida, colaborando activamente en la Fundación del doctor Bonaventura Clotet y siendo embajador de la gala anual hasta este año, que fue sustituído por Jesús Vázquez. Ahora en México preside la organización Patrimonio Indígena, dedicada al bienestar de los pueblos indígenas del país.
En los Grammy Latino, el 16 de noviembre, también preocupó su aspecto y su voz afónica