Los manteros persisten en los subterráneos de plaza Catalunya
El Ayuntamiento pide más implicación de los Mossos mientras el ‘top manta’ persiste en el metro ante la ausencia de guardias urbanos
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau trata ahora de recuperar el plan que no pudo llevar a cabo durante las pasadas fiestas para frenar la proliferación de manteros en los subterráneos de la plaza Catalunya. Los comunes ya argumentaron la semana pasada que el plan no había podido ponerse en marcha durante las últimas vacaciones debido a la falta de efectivos de los Mossos d’Esquadra, que las alertas antiterroristas vigentes impedían desplegar los agentes necesarios para impedir que los manteros accedieran a los subterráneos con sus grandes bártulos. Entre tanto, sin embargo, los vendedores ambulantes sin permiso no cesan de crecer en los andenes de la línea 3 del metro.
Ayer el comisionado municipal de Seguridad, Amadeo Recasens, insistió en este mensaje y pidió una mayor implicación de la Generalitat en la lucha contra el top manta. El gobierno municipal entiende que mantener diáfano el vestíbulo de Rodalies es responsabilidad de los Mossos d’Esquadra. Fuentes de la Generalitat y de Renfe, en cambio, no lo tienen tan claro. La lucha contra al venta ambulante sin permiso, dicen, corresponde principalmente al Ayuntamiento. Además, los comunes obvian la creciente presencia de vendedores ambulantes sin permiso en los andenes del metro, donde la Guardia Urbana tiene muchas competencias. Allí, cada día, crece el número de puestos de zapatos, cinturones y otros complementos. Tras la temporada navideña, el top manta se encuentra en estos momentos inmerso en su particular campaña de rebajas.
El ejecutivo municipal se reunió ayer una vez más con representantes de la Guardia Urbana, los Mossos d’Esquadra, Renfe y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) a fin de dilucidar qué medidas tomar para que los manteros no se instalen cada día en el vestíbulo de estación de Rodalies, los andenes del metro y el intercambiador circular. Las fotografías tomadas ayer mismo atestiguan cómo el problema no remite de ningún modo.
Fuentes municipales reconocieron ayer que aún es pronto para anunciar cuándo podrá estar preparado el nuevo dispositivo de seguridad, cuándo podrán desplegarse agentes suficientes en todos los accesos a los subterráneos de la plaza, pero subrayaron que entre tanto se llevaran a cabo actuaciones policiales de carácter ordinario a fin de paliar el problema. El problema es que, si bien estas actuaciones acostumbran a despejar los subterráneos, únicamente lo hacen durante un rato. Los manteros siempre regresan al poco, a veces al cabo de un cuarto de hora. Además, practicar redadas en estas instalaciones comporta muchos riesgos. Hablamos de unas infraestructuras empleadas cada día por miles de viajeros.