La Vanguardia

Macron se arriesga con un debate nacional de desenlace incierto

El presidente abre una discusión ciudadana en respuesta a los ‘chalecos amarillos’

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

Por deseo del presidente Emmanuel Macron, el 15 de enero se abrirá en Francia un gran debate nacional, a diversos niveles, para tratar de encauzar las reivindica­ciones del movimiento de los chalecos amarillos y de hallar un consenso que sirva para superar el profundo malestar social.

Con su iniciativa, tomada en el pico de la crisis para apaciguar los ánimos, Macron corre el riesgo de abrir una caja de Pandora. El desenlace de la discusión es incierto. Nadie sabe muy bien cómo se articulará el diálogo. El objetivo inicial puede desvirtuar­se por la entrada en escena de grupos oportunist­as que nada tienen que ver con los chalecos amarillos y que van a pedir, por ejemplo, la abolición del matrimonio homosexual. El resultado de la gran concertaci­ón podría ser un país aún más dividido y crispado, con un Gobierno y un presidente de la República a la deriva, desbordado­s.

Un síntoma alarmante fue la inesperada renuncia de Chantal Jouanno, exministra de Deportes durante el mandato de Nicolas Sarkozy, que es presidenta de la Comisión Nacional del Debate Público (CNDP). A Jouanno le correspond­ía pilotar la discusión nacional propuesta por el presidente. Decidió dimitir por las protestas que generó la publicació­n de su salario (14.666 euros brutos mensuales), una remuneraci­ón provocador­a en alguien designada para arbitrar en debates que deben abordar la precarieda­d laboral y medidas para mejorar el poder adquisitiv­o de las capas sociales más modestas. Tal como están las cosas en Francia, estos detalles son muy importante­s. Jouanno dijo considerar “legítimo” que se cuestionar­a su salario –aunque está en la media de cargos estatales equivalent­es– y estimó que, en estas circunstan­cias, no se daban “las condicione­s de serenidad necesarias” para desarrolla­r su trabajo.

La dimisión de Jouanno, anunciada en televisión, el martes por la noche, colocó en una situación muy incómoda al Gobierno, que se reunió ayer por la mañana para discutir sobre cómo se organizará el debate. Entre los ministros hay bastante escepticis­mo sobre su papel y sobre la utilidad real del plan. Están sobre la mesa cuatro grandes cuestiones: la transición ecológica, la fiscalidad, el funcionami­ento de la democracia y la organizaci­ón del Estado y de los servicios públicos. No se descarta que pudiera convocarse un referéndum, para ratificar algunas de las conclusion­es, coincidien­do con las elecciones europeas del 26 de mayo. Eso podría entrañar un peligro considerab­le para Macron. La historia muestra que incluso un presidente con la autoridad moral de De Gaulle perdió un referéndum, en 1969 –sobre la creación de regiones y la reforma del Senado–, y eso propició su dimisión.

Una encuesta por encargo del canal BFM-TV desveló ayer que el apoyo y la simpatía ciudadanos hacia el movimiento de los chalecos amarillos han retrocedid­o. Ha bajado hasta el 60%, diez puntos menos que hace tres semanas. Eso podría indicar que las escenas de violencia, sábado tras sábado, hacen mella. En paralelo, un sondeo del semanario Paris Match y la emisora Sud Radio mostró un notable repunte de la popularida­d de Macron –28%, cinco puntos más que en diciembre– y de su primer ministro, Édouard Philippe –33%, siete puntos arriba–.

La presión judicial para disuadir a los más violentos entre los chalecos amarillos quedó visualizad­a, ayer, con la decisión de llevar a juicio, por el procedimie­nto ultrarrápi­do previsto en estos casos, al exboxeador profesiona­l Christophe Dettinger, de 37 años, que el sábado pasado atacó, a puñetazos y con patadas, a dos policías antidistur­bios en un puente del Sena, en París. Dettinger fue conducido ante el juez ayer mismo. Ejemplos tan mediatizad­os como este deben servir de advertenci­a y escarmient­o ante nuevas manifestac­iones como la convocada este sábado, el “noveno acto” de las protestas iniciadas por los chalecos amarillos el pasado 17 de noviembre.

Desciende el apoyo ciudadano a la protesta y repunta la popularida­d de Macron y de Philippe

 ?? LUDOVIC MARIN / POOL / EFE ?? El presidente Emmanuel Macron conversa con los integrante­s de una banda de música vasca en la inauguraci­ón de un estadio en Creteil
LUDOVIC MARIN / POOL / EFE El presidente Emmanuel Macron conversa con los integrante­s de una banda de música vasca en la inauguraci­ón de un estadio en Creteil

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