La Vanguardia

El Atlético no puede con el Girona

- ALBERT BASSAS

Diego Simeone volverá a soñar con el Girona, a quien aún no ha podido ganar nunca. Ni contra Machín, ni contra Eusebio, con un balance de 4 empates en 4 partidos. El empate de ayer deja la eliminator­ia abierta.

Y eso que el once gerundense, con la enfermería llena y un mes de enero tan cargado, venía lleno de suplentes. Reservados Bounou, Juanpe, Porro y Stuani, ni convocados, también se quedaron de inicio en el banquillo Granell, Portu y Borja. Los jugadores del filial Valery y Paik, este debutante, aprovechar­on la oportunida­d. En cambio, el Atlético, con un fondo de armario mucho más amplio y más habituado a afrontar tramos de competició­n tan exigentes, presentó un once con más titulares bajo la dirección del Mono Burgos en vez de Simeone, sancionado.

Los colchonero­s hicieron valer a esta teórica superiorid­ad con un gol nada más empezar, cuando Griezmann lanzó un tiro potente desde fuera el área que se dirigía a la escuadra de la portería gerundense. La pelota pegó en el palo y luego en Gorka, que no pudo hacer más. Montilivi, que presentaba una buena entrada a pesar del frío y el fuerte viento, se quedó algo más helado.

De todos modos el Girona había puesto previament­e a prueba a Adán, pero la definición de Lozano no fue tan precisa como la del francés. El delantero hondureño tuvo otra antes de la media hora, pero su chut salió por encima del travesaño ante la desesperac­ión de la afición. La misma que mostró, habituada a la cabeza de Stuani, cuando Doumbia remató demasiado alto un centro magistral de Valery.

Pero cuando parecía que muchos perdían la fe en la capacidad ofensiva del equipo, nuevamente Lozano envió una rosca al palo largo que Adán no desvió con bastante fuerza e hizo el empate. Antes del descanso y con un Girona que de tanto dominar acabó encerrando al Atlético, el hondureño incluso habría podido hacer el segundo, pero su remate de cabeza se estrelló en el travesaño.

La segunda parte no fue tan movida y aunque el Atlético reaccionó ligerament­e, la ocasión más clara fue del Girona tras un remate de Doumbia detenido por Adán que rebotó en Arias y rozó el autogol. El Metropolit­ano decidirá.

UN NUEVO EMPATE

A pesar de las ausencias, el equipo de Eusebio plantó cara y supo igualar el gol en frío rojiblanco

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