Vivir es una competición
El gran baño
Dirección: Gilles Lellouche Intérpretes: Mathieu Amalric, Guillaume Canet, Benoît Poelvoorde
Producción: Francia, 2018. Duración: 122 minutos Comedia generacional. Hay amistades que pueden cambiar la vida, aunque el proceso no es sencillo y debe sortear bastantes obstáculos. Pero todavía resulta más difícil si los implicados son por naturaleza perdedores natos, sin presente y con un futuro problemático, que aceptan esta condición de derrotados por la vida o intentan camuflarla. En su primer largometraje dirigido en solitario, el siempre activo actor Gilles Lellouche (visto en películas como Pequeñas mentiras sin importancia o Mea culpa) aborda un tema, el de la amistad en tiempos difíciles, muy manido y propenso al desfile de tópicos, pero consigue transmitirle un tono agridulce y algún apunte crítico.
Parte sustancial del mérito reside en el magnífico reparto de esta película absolutamente coral, donde conviven grandes comediantes que también suelen situarse al otro lado de la cámara y ejercer la dirección. Son los casos del infatigable Mathieu Amalric o de Guillaume Canet. Ambos se reencuentran aquí de nuevo, integrando una pareja realmente impagable. Sin olvidar al gran histrión Benoît Poelvoorde, que compone la figura de un hombre de presunto éxito, cuando en realidad es un experto en conducir empresas a la bancarrota, porque fracasa en todo lo que emprende.
Resulta inevitable recordar una película de tanto éxito como fue Full monty (1997), donde unos obreros que se quedan sin trabajo deciden sobrevivir organizando un espectáculo de striptease. En El gran baño se trata de un grupo de cuarentones sumidos en diversas crisis: laborales, conyugales o traumas de infancia que no han superado. Forman una especie de pandilla de serie B, adicta a los bares y las escapadas nocturnas, y son –en palabras del director Gilles Lellouche– un grupo de “hombres más o menos desencantados a la búsqueda de sus sueños rotos”. Deciden formar un equipo de natación sincronizada masculina y en el futuro competir en el campeonato mundial. La típica historia de lucha y superación, amistad y convivencia, narrada sin florituras y con unos intérpretes que elevan el tono.