La Vanguardia

Más de 2.000 familias de Catalunya cada mes sufren robos en sus domicilios

El año 2018 se ha cerrado con un incremento del 5% de los asaltos a las viviendas y un 80% más de detenidos respecto al año anterior

- MAYKA NAVARRO

El año pasado se cerró con una nueva subida de denuncias por robos con fuerza en viviendas de Catalunya. Las cifras de este tipo de delincuenc­ia indican que cada mes se registran de media casi 2.300 asaltos en domicilios. Los Mossos d’Esquadra han establecid­o una estrategia para reducir este alarmante fenómeno y han podido detener a un 80% más de ladrones.

Diciembre del 2017 fue el peor mes de la última década en Catalunya en lo que se refiere a los robos con fuerza en el interior de los domicilios. Nada más ni nada menos que 3.220 familias denunciaro­n haber sido víctimas en sus casas. En los meses posteriore­s, las denuncias continuaro­n subiendo en comparació­n con el año anterior, hasta que en octubre pasado, los Mossos d’Esquadra consiguier­on por fin dar la vuelta a la situación y frenar la escalada. Plenamente consciente de la problemáti­ca, la policía catalana ha logrado contener en el último trimestre el incremento de los robos en viviendas. Aun así, a falta de contabiliz­ar las denuncias que siempre se presentan semanas después de que se cometan los robos, el 2018 habrá cerrado con una subida que rondará el 5% respecto al 2017.

En uno de sus últimos discursos, el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, se comprometi­ó a emprender una batalla policial contra el que ya entonces se perfilaba como uno de los delitos con más crecimient­o de los últimos tiempos, ya que provoca gran angustia en las víctimas que lo sufren. Los planes del que fue jefe de la policía catalana para atajar este problema se truncaron con su cese y la sucesión de muchísimos meses convulsos para una organizaci­ón moralmente rota, bajo mínimos y con múltiples frentes abiertos.

Las cifras del año pasado, a pesar de la contención del último trimestre, no son para sacar pecho. De eso son consciente­s los investigad­ores, especialme­nte los de la División de Investigac­ión Criminal (DIC), que lidera buena parte de las investigac­iones que el cuerpo genera contra las organizaci­ones criminales especializ­adas, protagonis­tas de buena parte de esta modalidad de asaltos A cualquiera de las cerca de 2.300 familias que de media denuncian cada mes en Catalunya haber sufrido un robo con fuerza en el espacio en el que viven, como primera o segunda residencia, la relativa mejora de las estadístic­as en los últimos meses les traerá sin cuidado. El robo en el domicilio, incluso cuando no media violencia, provoca una sensación indescript­ible de indefensió­n en las víctimas. Saber que alguien extraño, desconocid­o, ha accedido a tu espacio de intimidad, que ha tocado tus cosas y revuelto tus armarios, causa una angustia terrible. Así lo han expresado las numerosas personas que durante las pasadas Navidades –una de las épocas preferidas por este tipo de ladrones para actuar– han visto desvalijad­as sus casas. Más allá de las pérdidas económicas están las secuelas que dejan en muchísimas ocasiones. Hay víctimas que necesitan cambiar de domicilio porque, tras el robo, les cuesta desprender­se del miedo.

En esa tendencia a la baja en el número de robos de los últimos meses, que los Mossos confían en consolidar a lo largo del nuevo año, hay una nueva estrategia diseñada por la DIC, que trabaja para recuperar el proyecto de Trapero. “No se trata de detener más, sino de detener mejor”, sintetiza un responsabl­e policial. En el año recién terminado, los mossos de la DIC especializ­ados en los robos con fuerza en domicilios se han concentrad­o en investigac­iones dirigidas a desarticul­ar bandas organizada­s presentand­o ante los jueces una sólida carga probatoria. Sólo la DIC, sin sumar los arrestos del resto de unidades de investigac­ión repartidas por las distintas regiones policiales, detuvo a 175 sospechoso­s, un 80% más

RENOVACIÓN EN LAS BANDAS Un alto porcentaje de detenidos no tienen antecedent­es policiales en España

METODOLOGÍ­A DE INVESTIGAC­IÓN La policía catalana apuesta por un nuevo modelo de “detener menos pero mejor”

que el año anterior. Pero lo importante, a juicio de los responsabl­es, es que más de un centenar de los arrestados ingresaron en prisión. Ese es el objetivo que se han marcado los mandos de la policía a corto plazo, lograr que el resto de unidades de investigac­ión repartidas por el territorio y que dependen jerárquica­mente de sus respectiva­s regiones se conviertan en una especie de tentáculos de los servicios centrales, operando con los mismos métodos de trabajo.

El proyecto es complejo porque implica readaptar parte de la actual estructura jerarquiza­da de los Mossos, en la que los comisarios jefes de cada región policial tienen el mando sobre todos los recursos que dependen de él.

Más allá de cómo se organice internamen­te la policía, lo cierto es que las investigac­iones contra las bandas dedicadas a robos en domicilios son cada vez más complejas. En los últimos dos años, y así lo reflejan el análisis de las denuncias, Catalunya se ha convertido en un puerto de llegada para este tipo de ladrones.

Más de la mitad de los colombiano­s detenidos el año pasado por este delito no tenían antecedent­es. Acababan de llegar. Lo mismo ha pasado con el 40% de los rumanos y el 40% de los georgianos. El dato evidencia la intermiten­te llegada de nuevos miembros que nutren a las bandas de ladrones establecid­as y que dificulta muchísimo la investigac­ión. No tener antecedent­es significa que los investigad­ores trabajan a ciegas: no hay imágenes, no hay reseña policial y, por tanto, tampoco hay huella dactilar, ni perfil genético, ni domicilio, ni teléfonos vinculados, ni vehículos que hayan podido utilizar. Se trata literalmen­te de empezar de cero.

Estos último datos no pueden llevar a engaño, a pesar de la fuerte presencia de bandas internacio­nales muy activas, el mayor porcentaje de detenidos en el 2018 por robar en domicilios era de ciudadanos españoles. Y un 25% eran detenidos por primera vez.

Los actuales responsabl­es de la DIC confían en poder mantener la contención de las denuncias, aunque son consciente­s de la alarma que se genera en determinad­os poblacione­s en las que en una sola noche los ladrones han podido entrar en varias casas o pisos de forma consecutiv­a.

PEOR, IMPOSIBLE

Las 3.220 denuncias de diciembre del 2017 marcaron un récord histórico

 ?? MAYKA NAVARRO ?? Tras la pista. Un mosso de la policía científica busca huellas en un terraza de Barcelona por donde se colaron las ladrones
MAYKA NAVARRO Tras la pista. Un mosso de la policía científica busca huellas en un terraza de Barcelona por donde se colaron las ladrones

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