La Vanguardia

Alice Waddington

Esta directora ecléctica encarna los nuevos tiempos de la ciencia ficción tras muchas décadas en las que el género ha estado identifica­do con una perspectiv­a exclusivam­ente masculina

- JOKIN LECUMBERRI Bilbao

CINEASTA

La joven directora (Bilbao, 1990), a punto de llevar al festival Sundance su Paradise Hills, encarna los nuevos tiempos de la ciencia ficción tras décadas en las que el género ha estado identifica­do con una perspectiv­a sólo masculina.

En apenas cuatro años su voz narrativa ha llegado mucho más lejos de lo que hubiera podido imaginar. La directora Alice Waddington (Bilbao, 1990), alias bajo el que se esconde el nombre de Irene, se dio a conocer en el 2015 con el corto

Disco Inferno, un estreno que fue proyectado en 63 muestras internacio­nales como Palm Springs y Sitges y que abrió la puerta a su nuevo trabajo, la película Paradise

Hills, que ella misma define como un “thriller de ciencia ficción femenino” y que en dos semanas debutará en el prestigios­o Festival de Sundance. Waddington sobresale en esa nueva generación de mujeres que ha abierto las perspectiv­as del cine fantástico. “Había pocas directoras porque es un género que ha estado asociado a narrativas masculinas, ahora ya no”, explica.

A pesar de que con 16 años se acercó a las cámaras como asistenta de fotografía en la película Ander, sus inicios profesiona­les están alejados de la gran pantalla. Tras estudiar Publicidad en la Universida­d del País Vasco (UPV), se sumergió en el mundo de la fotografía de moda y la dirección creativa. Sin embargo, su amor desde la infancia por el cine de género, las películas de monstruos de Universal, las produccion­es de los sesenta de la británica Hammer o el manga y la animación japonesa provocó su salto al vacío con Disco Inferno ,un corto en blanco y negro protagoniz­ado por Ana Ruja y Aitana Sánchez-Gijón que evidenció la fuerza de un universo en el que la estética del cine antiguo y los decorados decimonóni­cos forman un todo indisociab­le con el guión. La potencia narrativa y el imaginario visual de Waddington recibieron el premio a la mejor dirección en el Fantastic Fest de Austin y el Noves Visions de Sitges.

Su nuevo trabajo, Paradise Hills, ahonda en esa mezcla de estilos que conviven en la inquieta directora bilbaína y apuesta a su vez por un discurso claramente feminista. El largo, escrito junto a Brian De Leleeuw y Nacho Vigalondo, evalúa los cánones de perfección socialment­e establecid­os a través de cinco mujeres que coinciden en un centro de internamie­nto situado en medio del océano y al que son enviadas las hijas de familias ricas de todo el mundo que no encajan con los rígidos moldes de lo que se considera correcto en su entorno. El rechazo al matrimonio, una sexualidad no comprendid­a o el tipo corporal son motivos para el destierro. “Esa obsesión por la perfección es bastante insidiosa y, aunque a veces no sea evidente, está siempre ahí de manera sutil”, indica Waddington.

La realizador­a destaca que la obra refleja a todo tipo de personajes femeninos, no sólo “positivos”, sino también “malvados y moralmente grises”. El abanico es amplio y la variedad abarca asimismo el aspecto racial, sexual y el propio físico, un reflejo de las sociedades actuales. Para ello ha contado con un reparto heterogéne­o que encarna a una chica asiática (Awkwafina), una latina (Eliza González), una representa­nte de la América más progresist­a (Emma Roberts) y una mujer que ha nacido en la América profunda despreciad­a por su familia debido a su aspecto (Danielle McDonald). Milla Jovovich y Jeremy Irving lo completan. “Estamos empezando a aceptar que el mundo es cada vez más diverso y eso es imprescind­ible, es algo natural que he querido plasmar”, subraya.

Waddington encarna los nuevos tiempos de la ciencia ficción tras muchas décadas en las que el género ha estado identifica­do con una perspectiv­a exclusivam­ente masculina. “La idea de la ciencia ficción ha estado asociada con la violencia y la parte agresiva: matar, disparar, destruir”, explica. Sin embargo, considera que el éxito de la serie Black Mirror o de películas como Arrival han permitido que el gran público se abra a los muchos tipos y subdivisio­nes que existen dentro del género. “Una vez que introducim­os narrativas en las que prima la construcci­ón o elementos como la empatía o relacional­es que van más allá de pegar tiros, entran en este mundo otros públicos y también otras directoras”, se felicita, a la vez que señala nombres como el de Jennifer Kent o Julia Ducornau.

Producida por Nostromo y rodada entre Barcelona y Canarias, Paradise Hills se estrenará en la sección Next del Festival de Sundance –del 24 de enero al 3 de febrero-, una categoría que reconoce tanto el atrevimien­to visual como el narrativo, un espacio en el que el inclasific­able universo de Alice Waddington encaja a la perfección. La mezcla entre el cine de género de los años sesenta y la estética manga de principios de los 2000 que marcan el largo tienen su reflejo en un vestuario genuino que “reinventa la idea del color blanco psiquiátri­co” y remarca el encierro y la asfixia personal y social de las protagonis­tas. La energía del ecléctico mundo de la directora bilbaína se ha ganado su propio espacio. La nueva ciencia ficción tiene voz de mujer.

Rodada entre Barcelona y Canarias, ‘Paradise Hills’ se estrenará en el Sundance el día 24

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