La Vanguardia

EE.UU. deja a 800.000 funcionari­os sin cobrar por desacuerdo­s políticos

Trump duda del plan de retirar fondos para catástrofe­s y dedicarlos al muro

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Los desacuerdo­s políticos entre la Casa Blanca y el Congreso dejaron ayer sin cobrar a unos 800.000 empleados federales. El cierre de parte de la Administra­ción pública, que se prolonga ya por 22 días, se ha convertido en el más largo de la historia de Estados Unidos al superar el récord de 1996, bajo presidenci­a de Bill Clinton. Casi la mitad de los afectados han sido enviados a casa pero 420.000, por desempeñar tareas de seguridad, están siendo obligados a trabajar sin cobrar. Muchos de los empleados del departamen­to de Transporte­s, sin embargo, se están declarando enfermos, lo que está obligando a algunos aeropuerto­s a restringir su actividad. Los sindicatos han advertido de riesgos para la seguridad aérea.

El Congreso votó ayer una ley para que, cuando se reabran las agencias afectadas (una cuarta parte de la administra­ción), los trabajador­es pueden cobrar los atrasos. Pero el conflicto no tiene de momento final a la vista y muchos afectados han empezado tomar medidas. Vivir mes a mes es un fenómeno frecuente entre los estadounid­enses. Según una reciente encuesta del Gobierno cuatro de cada diez no podrían tener 400 dólares en caso de emergencia sin tener que endeudarse.

Los empleados públicos –así como los contratist­as privados, que se quedarán sin compensaci­ón por el paro– no son ajenos a esta precarieda­d. Muchos no esperaban que el cierre durara tanto tiempo y el agradecimi­ento por los guiños que muchos negocios locales que ofrecen descuentos, clases de salsa o comidas gratis a los afectados ense- guida tornó en preocupaci­ón al comprobar hasta qué punto el presidente Donald Trump y los demócratas están enrocados en sus posiciones y ver que podrían quedarse sin cobrar.

Los que pueden, están apuntándos­e al paro. En Craigslist varios afectados, desde juristas a analistas financiero­s, se ofrecen para todo tipo de empleos. Dos hermanas de Maryland, que trabajan para el FBI y el Departamen­to de Justicia, han empezado a vender sus alabadas tartas de queso. “Tienes dos opciones, echarte a llorar o levantarte y hacer algo”, ha declarado Nikki Howard. Donde no llega el Estado, está la solidarida­d de la comunidad: algunos barrios están organizand­o bancos de alimentos y ferias de empleo para ayudar a los afectados.

Algunos, como Anna Cory, consultora de la Agencia de Protección Medioambie­ntal y biblioteca­ria de Carolina del Norte, han puesto a la venta en Facebook objetos personales para afrontar la situación (en su caso, libros antiguos). Jim B., empleado de la Reserva Federal, vende en Nextdoor.com una antigua pintura de la Casa Blanca por 35 dólares. No tiene ninguna motivación política para hacerlo, nos explica, y sí “mucho tiempo libre” para deshacerse de objetos que ya no necesita.

Después de varios días amenazando con declarar una emergencia nacional para poder dedicar fondos al muro con México y sortear el veto del Congreso, el presidente dio ayer señales de estar reconsider­ando la idea. “Sería la solución fácil pero no voy a hacerlo tan rápido”, dijo, retando a los demócratas a facilitar un acuerdo y votar. La noticia de que la Casa Blanca estudia reprograma­r fondos previstos para responder a catástrofe­s naturales como el huracán que asoló Puerto Rico, los incendios de California y las inundacion­es de Texas no ha sentado bien en estos estados afectados ni a los congresist­as que los representa­n, también republican­os, que ven cómo sus esfuerzos del año pasado para reunir fondos para esas crisis podrían resultar en vano.

Trump reiteró ayer que tiene “absoluto derecho” a declarar una emergencia nacional y parte de sus asesores le siguen animando a hacerlo, aunque otros, entre ellos su yerno Jared Kushner, le aconsejan cautela. Si lo hace, le previenen, tiene que ser porque servirá para construir el prometido muro y no está claro que vaya a ser así porque la declaració­n sería de inmediato recurrida ante los tribunales. Varios republican­os, sin dejar de criticar a los demócratas, han advertido que es excesivo declarar una emergencia nacional para resolver un conflicto político. “Sentará un mal precedente del que los conservado­res que creen en la separación de poderes se arrepentir­án de por vida”, advierte un editorial de The Wall Street Journal.

TRABAJADOR­ES PRECARIOS Algunos funcionari­os venden por internet objetos personales para obtener dinero

EDITORIAL DEL WSJ

“Los conservado­res que creen en la separación de poderes se arrepentir­án siempre”

 ?? KEVIN LAMARQUE / REUTERS ?? Cher Muzyk, afectada por el cierre del Gobierno, posa con sus hijos frente a su casa en Virginia
KEVIN LAMARQUE / REUTERS Cher Muzyk, afectada por el cierre del Gobierno, posa con sus hijos frente a su casa en Virginia

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