Una niña huye en Wisconsin del secuestrador que mató a sus padres
Jayme Closs causa fascinación en EE.UU. tras tres meses de búsqueda
El agente especial del FBI Justin Tolomeo se tomó un respiro. “Necesitábamos un giro en este caso y la misma Jayme nos lo ha dado”, afirmó. Miles de personas han estado buscando a Jayme en los últimos tres meses.
“Es impresionante la voluntad de esta niña de trece años para sobrevivir y escapar”, terció el sheriff Chris Fitzgerald, del condado de Barron, una zona del Wisconsin profundo, rural. “¡Jayme está a salvo!”, exclamó Fitzgerald
Jayme Closs se ha convertido en la protagonista de una historia que fascina a Estados Unidos. Estaba desaparecida, contra su voluntad, desde el pasado 15 de octubre, jornada en la que alguien entró en su casa y mató a tiros a su padre, James, de 56 años, y a su madre. Denise, de 46. Al llegar la policía, tras una rara llamada al 911 de emergencias, de la adolescente no había ni rastro.
Este jueves fue detenido Jake Patterson, blanco de 21 años y residente en Eau Claire Acres (en el condado de Douglas), como presunto autor de los dos asesinatos y del secuestro de Jayme. Patterson vivía en un cabaña solitaria, en un territorio boscoso.
El sheriff aseguró ayer en rueda de prensa que Patterson, que carecía de antecedentes y no había estado bajo el radar policial, mató a los Closs porque se había marcado el objetivo de llevarse a su hija. “Planeó sus acciones y tomó numerosos pasos para esconder su identidad”, subrayó.
Los esfuerzos por hallarla habían carecido de éxito alguno. Ni siquiera una pista de ella. El giro, como dijo el agente Tolomeo, se produjo la tarde del jueves. Jeanne Nutter, trabajadora social, paseaba con su perro cuando vio salir a alguien de entre los árboles.
“Sólo lloraba, me decía ‘no sé dónde me encuentro, estoy perdida’ y me suplicó ayuda, dijo que se había escapado de la cabaña en la que se hallaba retenida”, explicó Nutter a la agencia AP. La reconoció de inmediato, fruto de la intensa campaña de búsqueda. “Me sentía aterrorizada, pero no quería que ella se diera cuenta. Mi único pensamiento era llevarla a un sitio seguro”, añadió.
Acudió a una casa cercana, la residencia de Peter y Kristin Kasinskas. “Me pareció estar soñando, fue como ver a un fantasma”, confesó Peter al Minneapolis Star Tribune. “Estaba asustado e impresionado, se me cayó al suelo la jarra que tenía en mi mano”, dijo.
Tenían delante a una niña delgada, sucia, con el peño enmarañado y con unos zapatos que le iban demasiado grandes. Le ofrecieron agua y comida, pero ella lo declinó. Se puso a jugar con Penny, la mascota de la mujer que la halló, mientras esperaban a la policía. “Nos comentó que esa persona mató a sus padres y la secuestró, que la escondía siempre que había alguien alrededor”, explicó Kristin Kasinskas a la CNN. Su hogar está muy cerca del de Patterson, aunque Kristin no se dio cuenta hasta que los agentes le detuvieron al poco rato.
Los padres del secuestrador hace tiempo que se mudaron. Pese a que Kasinskas le dio clases de ciencias en la escuela, indicó “no recordar nada”.
La familia no se lo podía creer. Pero, después de una revisión física y psicológica, ayer volvieron a abrazar a Jayme.
El detenido, Jake Patterson, de 21 años, planeó asesinar a los padres de Jayme para llevársela a ella