Jérôme Quilbeuf y Rie Yasui trasladan su pizzería Nonna Maria
El boom de las pizzerías de calidad se mantiene en Barcelona, donde siguen abriendo nuevos locales o donde algunos se han quedado pequeños para la demanda que tenían. Es el caso de Nonna Maria, del chef francés Jérôme Quilbeuf, que fue jefe de cocina del restaurante Sant Pau de Carme Ruscalleda y su pareja, la japonesa Rie Yasui, que trabajó durante años en la sala del restaurante de Sant Pol. Ambos acaban de trasladar su pizzería Nona Maria a un amplio espacio en los bajos del hotel Melià Sarrià (avenida Sarrià, 50). El local, que en su día albergó el efímero Cheese Bar de la firma Poncelet, cuenta con una larga barra (una parte frente al horno en la que se cocinan las pizzas) y con una amplia zona de mesas. Quilbeuf y Yasui mantendrán la iniciativa que lanzaron cuando abrieron en su primer local de la calle Anglí de incorporar a la carta todos los meses una nueva pizza creada por un chef invitado (han colaborado desde Ruscalleda a Carles Gaig, Nandu Jubany, Paco Morales, Marc Gascons o Víctor Quintillà, entre otros). En la carta, además de clásicos como la cuatro quesos o la margarita algunas creaciones del chef como la pizza de las vacas enamoradas (con una selección de quesos de proximidad elaborados en su mejor momento de estacionalidad) y pera o la pizzaman, con pollo en salsa de curry, cilantro, pasas y lima, la carta cuenta con algunos entrantes (muy buenas croquetas de jamón), boles de ensaladas o algunos platos de pasta y carnes.
El napolitano Luigi Di Domenico consigue muy buenas masas para las pizzas, con 48 horas de fermentación. Al frente de la sala está la uruguaya Eugenia Álvarez.