Doña Mercedes
Bendita rutina, ¡qué ganas te tenía! Volver al kiwi mañanero, los dos litros de agua diarios, olvidar el roscón con nata, acostarse a horas prudentes y, en definitiva, disfrutar de la calma posnavideña que tanto bien nos hace. Precisamente en este momento de apacibilidad, me gustaría dedicar estas líneas a un ser al que quiero y venero infinitamente. Doña Mercedes Junco Calderón; una mujer de extrema finura, imparablemente trabajadora, audaz, cuya mente vanguardista la catapultó a la cima de la comunicación siendo la primera editora de moda en nuestro país. Su incansable perseverancia ha sido siempre apreciada por el resto del sector y hace unas semanas, la reina doña Letizia le hacía entrega del premio Nacional de Moda de Comunicación. Un reconocimiento meritorio y enormemente satisfactorio al proceder de los grandes profesionales de la industria textil.
Ensimismada en el sosiego nocturno propio de la rutina, me dispuse a repasar las publicaciones de amigos en sus respectivas cuentas de Instagram. Por un momento, me detuve en el perfil de mi querida Carmen Valiño. La emoción me conmovió al ver publicada la noticia del galardón de doña Mercedes. Automáticamente, sentí una gran satisfacción al pensar que este importante premio había recaído en manos de una fémina luchadora, extremadamente discreta con su vida familiar y símbolo del periodismo español. Corría el año 1944 cuando doña Mercedes fundó, junto a su marido, Antonio Sánchez, ¡Hola!, la revista de corazón y actualidad de moda y tendencias con mayor proyección internacional. En este estrenado año se cumple el cincuenta aniversario del primer “figurín” de moda que salió publicado con el fin de acercar a los lectores españoles, la esencia del
prêt à porter, y la magia de la alta costura.
Sin duda me siento una auténtica privilegiada de haber visto a doña Mercedes en acción. Su hipnótica exquisitez, sus trajes azul merengue y su personalidad magnética hacen de ella una persona dulce y tierna de la que no querrás despegarte. He sido testigo de su cuidadoso modus operandi a la hora de seleccionar las fotos, y de su afán por introducir las tendencias más sofisticadas. Doña Mercedes sigue concediéndome el deseo de fotografiarme con los trajes más bellos de la alta costura parisina. Seguir apareciendo en sus páginas supone una nueva oportunidad para adentrarme en los rincones del poético París y sentir en mis carnes la grandiosidad de la moda.
Armani, Valentino, Chanel, muchos han sido los nombres consagrados que han convivido en las páginas de ¡Hola! junto a creadores noveles como Alexander Vauthier, todos bajo el generoso cobijo de una gran dama como es doña Mercedes, que jamás dejará el timón de la moda.
Su hipnótica exquisitez, sus trajes azul merengue y su personalidad magnética hacen de ella una persona dulce y tierna