Crónica de por qué el Brexit triunfó
Un telefilme muestra cómo el estratega Dominic Cummings usó las redes sociales y el ‘big data’ en el referéndum del 2016
El 23 de junio del 2016 se celebró el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Se esperaban unos resultados ajustados pero había cierto optimismo en que vencería la opción de permanecer en la UE, que para eso fue convocado por el primer ministro David Cameron. Sin embargo, la opción de salir de Europa se proclamó vencedora con un 51,9%. ¿Qué había ocurrido cuando además los sondeos siempre habían dado como vencedora a la opción de quedarse?
El telefilme Brexit, estrenado esta semana en el Reino Unido por la cadena Channel 4 y ya disponible en España en la plataforma HBO, ofrece algunas respuestas a lo que ocurrió en ese referéndum histórico cuando el país está a las puertas de salir de Europa. Y lo hace centrándose en la figura de Dominic Cummings, el principal estratega de Vote Leave, la campaña partidaria del Brexit, desde que fue creada en el 2015 hasta su éxito en el referéndum. El actor británico Benedict Cumberbatch (Sherlock), que participó activamente en la campaña para permanecer en Europa, interpreta de forma brillante a este personaje ególatra que sólo piensa en la victoria final sin preocuparle demasiado sus consecuencias.
El telefilme, “basado en hechos reales y en entrevistas con personas clave que formaron parte de ellos” según se anuncia en su inicio, ha sido dirigido por Toby Haynes (responsable del aclamado episodio USS Callister de la serie Black mirror) y sigue las duras campañas de los dos bandos por convencer al pueblo británico del sentido de su voto. “Todos saben quién ganó pero no todos saben cómo”, sentencia el Cummings televisivo. Brexit pone de relieve las muchas armas que se utilizan hoy en los campos de batalla políticos y muestra cómo Cummings fue de los primeros en percatarse de que el big data y las redes sociales, con Facebook y Twitter a la cabeza, podían tener un papel clave en una campaña como la que Reino Unido afrontó en el 2016.
En esa dirección, Brexit quiere dejar patente cómo la política tradicional ha dejado de ser útil en la era de internet. La revelación de la importancia de las nuevas tecnologías en las campañas electorales y cómo afecta eso a la democracia es una de sus enseñanzas más impactantes. La película cifra el impacto de las redes en cuatro millones de votantes a los que se convenció que en lugar de quedarse en casa debían acudir a los colegios electorales para votar a favor de abandonar la UE.
Pero la recreación de Haynes también muestra cómo se gestaron y cómo fueron de claves la utilización de eslóganes como Take back control (Recuperar el control) y de consignas como la de recuperar los supuestos 350 millones de libras que el país paga a Europa. Son algunos de los recursos de Cummings para que su mensaje calara en la ciudadanía, aunque se tratara de medias verdades, o mentiras directamente. También resulta interesante en el filme descubrir cómo Cummings decide no contar con el apoyo de la extrema derecha (con la que comparte el mismo objetivo respecto al resultado deseado en el referéndum) porque cree que su apoyo a la causa les resta posibilidades de victoria.
Haynes parece lanzar con este telefilme un último aviso (seguramente tardío) para evitar esa salida inminente del Reino Unido de la UE, que tendrá lugar el próximo 29 de marzo. Probablemente con ese objetivo, la cinta viaja al año 2020 para mostrar como Cummings debe responder si la campaña que él dirigió se hizo de acuerdo con las leyes británicas ante una comisión de justicia que investiga el uso de datos personales en campañas políticas y la manera en que se están alterando los procesos democráticos. Un intento de mostrar los pocos escrúpulos de algunos líderes en engañar a la gente con tal de lograr la victoria “por cualquier vía posible”, como reconoce el propio Cummings.