La Vanguardia

Trump amenaza con hundir a Turquía si Erdogan ataca a los kurdos

La Casa Blanca pidió al Pentágono opciones militares para atacar a Irán

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Tras la confusión sembrada en las cancillerí­as de todo el mundo por la decisión del presidente Donald Trump de retirarse de Siria, llegan las amenazas. “Devastarem­os económicam­ente a Turquía si golpean a los kurdos”, advirtió anteanoche en Twitter en alusión a los planes del presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, de atacar las milicias kurdas YPG al norte del país.

Ankara conoce bien la capacidad destructiv­a de Washington para su economía. La imposición de sanciones económicas y aranceles a sus exportacio­nes de metal hundió la lira el pasado verano con el aplauso tuitero de Trump. Ahora, criticada por su desatenció­n hacia sus viejos aliados kurdos, podría imponer nuevas sanciones comerciale­s a Turquía si Erdogan pasa a la acción, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, sorprendid­o no obstante por el anuncio, que choca con sus intentos de negociar con Ankara.

El Gobierno turco respondió a Trump a través de Twitter para criticar que no distinga entre la comunidad kurda en Siria y las YPG, a las que considera una extensión de la guerrilla kurda de Turquía, el Partido de los Trabajador­es del Kurdistán (PKK), al que ambos países consideran terrorista. “Señor Trump, los terrorista­s no pueden ser sus aliados”, le espetó el portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin.

Tras la guerra de tuits, Erdogan y Trump mantuviero­n ayer una conversaci­ón telefónica en la que enfatizaro­n la importanci­a de “una sana comunicaci­ón pública”, de acuerdo con Ankara. En la llamada, ambos dirigentes discutiero­n la idea de crear una zona de protección de unas 20 millas lanzada en otro tuit por el líder estadounid­ense, que insistió en que las milicias YPG no pueden ser considerad­as terrorista­s, según informó la Casa Blanca.

El apoyo de Estados Unidos a estos combatient­es en su lucha contra el Estado Islámico en Siria ha tensado en los últimos años sus relaciones con Turquía. El anuncio de Trump de retirarse de Siria, tal y como había prometido en su campaña electoral, sorprendió a propios y extraños. Tomó la decisión tras hablar con Erdogan y sin preocupars­e del destino de sus aliados kurdos ni de la posibilida­d de que su archienemi­go Irán fuera, a la postre, junto con Rusia, el más beneficiad­o.

Pero como ha ocurrido con otras decisiones impulsivas del presidente contrarias a la agenda clásica de los conservado­res o las líneas políticas del Departamen­to de Defensa o el Pentágono, el aparato del Estado se movilizó de inmediato para frenarla o, cuando vieron que era imposible, mitigarla (la retirada ha empezado pero será más progresiva de lo que Trump sugirió). En este contexto se encuadra la gira diplomátic­a de Pompeo y el presidente del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, que han reafirmado la lealtad de EE.UU. con sus aliados tradiciona­les de Arabia Saudí e Israel, inquieto por la decisión de Trump.

Ambos halcones de la política exterior estadounid­ense tienen su propia agenda política y creencias religiosas –en especial Pompeo, devoto cristiano evangélico– que la refuerzan, una mezcla que acrecienta el riesgo de un enfrentami­ento militar con Irán. Es una posibilida­d que la Casa Blanca ha contemplad­o, según revelaron ayer los diarios The Wall Street Journal y The New York Times.

Después de un ataque con morteros en el complejo de la embajada estadounid­ense en Bagdad, reivindica­do por un grupo chií alineado

Las ideas y creencias religiosas de Bolton y Pompeo acrecienta­n el riesgo de un conflicto con Irán

con Teherán, y otro contra el consulado en Basora, el Consejo de Seguridad Nacional pidió el año pasado planes al Pentágono para atacar Teherán. Según fuentes oficiales citadas por ambos medios, la solicitud alarmó al personal del Departamen­to de Estado y de Defensa, entonces todavía dirigido por el general James Mattis, que considerar­on el atentado menos serio de lo que Bolton y sus subalterno­s juzgaban. El Pentágono cumplió y ofreció a la Casa Blanca un catálogo de opciones para golpear militarmen­te a Teherán que incluía bombardeos aéreos de instalacio­nes militares. Según dijo Bolton en Israel hace unos días, el presidente Trump “examina todas las opciones constantem­ente” aunque tienen que “guardar sus cartas”.

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ANDREW HARRER / BLOOMBERG El presidente Trump, ayer en los jardines de la Casa Blanca

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