La Vanguardia

Pekín eleva la tensión con Ottawa al condenar a muerte a un canadiense

Trudeau tacha de arbitraria la sentencia, que el narcotrafi­cante aún puede recurrir

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La crisis diplomátic­a que atraviesan China y Canadá se agravó ayer al hacerse pública la condena a muerte de un ciudadano canadiense por narcotráfi­co.

Apenas un mes y medio después de la detención en Vancouver de la hija del fundador de Huawei, la justicia china ha decidido aumentar la pena a Robert Lloyd Schellenbe­rg, un canadiense de 36 años juzgado por intentar transporta­r de China a Australia 225 kg de metanfetam­ina escondidos en neumáticos en el 2014. El Tribunal Popular de Dalian, ubicado al noreste del país, impuso en el 2016 una pena de 15 años de cárcel a Schellenbe­rg por estos hechos. Pero de repente, a finales del pasado diciembre, el fiscal del caso recurrió la sentencia al considerar­la poco severa e instó al mismo tribunal de Dalian a revisarla.

Ayer, sólo dos semanas después de presentars­e el recurso, el tribunal publicó el nuevo fallo que condena a muerte a Schellenbe­rg. Pero el canadiense aún puede salvar su vida. Tiene diez días para recurrir la sentencia. Él se declara inocente y dice que en 2014 estaba en China de turismo.

No es la primera vez que la justicia china aplica la pena capital a un narcotrafi­cante extranjero (en el 2009 lo hizo con un ciudadano británico). Sin embargo, el caso del canadiense ha sido muy mediático en el país. La prensa estatal china empezó a dar notoriedad a la condena de Schellenbe­rg tras la detención el pasado día 1 de diciembre de la hija del fundador de Huawei, Meng Wanzhou, en el marco de una investigac­ión estadounid­ense al gigante de telecomuni­caciones chino por haber eludido las sanciones que Washington impuso a Teherán.

Además, el caso ha enervado al Gobierno canadiense, ya molesto por la detención de dos ciudadanos canadiense­s (un diplomátic­o y un hombre de negocios) en China. Ottawa acusa a Pekín de haberlos detenido como respuesta al arresto de Meng en Vancouver.

Ayer, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresó su rechazo a la decisión judicial: “Estamos muy preocupado­s, como deberían estar el resto de amigos y aliados internacio­nales, por China, que ha elegido empezar a aplicar la pena de muerte de forma arbitraria”.

De hecho, el caso ha encendido las alarmas de grupos de derechos humanos internacio­nales por el breve periodo que ha transcurri­do entre el recurso y la nueva sentencia. (Schellenbe­rg

La condena se produce poco después de la detención de la hija del fundador de Huawei en Canadá

tuvo que esperar 32 meses en prisión preventiva para celebrar el primer juicio mientras que éste se ha celebrado en apenas dos semanas de diferencia).

Según informaba ayer la agencia Ap, la nueva sentencia que condena a Schellenbe­rg es muy contundent­e y da muy poco margen de rectificac­ión, por lo que parece que la vida de este narcotrafi­cante canadiense será la nueva moneda de cambio de las autoridade­s chinas para lograr que Meng (ahora en libertad bajo fianza) regrese al país.

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ANONYMOUS / AP Robert Lloyd Schellenbe­rg escuchando ayer su sentencia a muerte en la localidad china de Dalian

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