La Vanguardia

La apertura del pozo necesitaba de un permiso y tenía que estar sellado

- JAVIER RICOU

Toda la atención del caso del niño de dos años engullido por un pozo está centrada ahora, como es lógico, en los trabajos a contra reloj para rescatar al pequeño. Pero la gravedad del caso obliga a iniciar unas pesquisas paralelas para encontrar respuestas a los muchos interrogan­tes que planean sobre el escenario y circunstan­cias del suceso.

¿Por qué estaba abierto ese pozo? ¿Se perforó el terreno para buscar agua? Si es así, ¿pidió el dueño de la finca permiso a las administra­ciones para realizar esa prospecció­n? ¿Pueden abrirse este tipo de pozos en fincas privadas sin informar a las autoridade­s competente­s en tema de aguas? ¿La empresa que realizó ese trabajo tenía que comprobar antes de iniciar la obra si había permiso para ejecutarla? Y si se había pedido la autorizaci­ón, ¿se preocupó la administra­ción andaluza de confirmar que el pozo había sido sellado al no encontrars­e agua?

Ramon Pérez, presidente del Col·legi Oficial de Geòlegs de Catalunya, intenta poner luz a algunos de esos puntos oscuros. Lo hace a partir de normas y leyes que suelen repetirse en las diferentes comunidade­s autónomas. De entrada Pérez es tajante en su primera respuesta: “Ese agujero habría tenido que estar sellado”. Para realizar este tipo de prospeccio­nes en busca de aguas subterráne­as (ese elemento es un bien de interés común) se exige un permiso. “La autorizaci­ón es obligatori­a, al menos en Catalunya, con independen­cia de si esa obra se ejecuta en una finca privada o un espacio público”, añade Ramon Pérez.

Obtenido ese permiso de prospecció­n, se puede agujerear ya el terreno. “En caso de encontrars­e agua hay que informar a la administra­ción para obtener otro permiso de concesión”, continúa este geólogo. Y entonces se acometen las obras para encajar una tubería en el agujero. Si no se encuentra agua, como parece ser fue el caso de Málaga, “también hay que informar a las autoridade­s”. Y cuando eso ocurre “lo lógico es que se exija desde la administra­ción, aunque ese agujero esté en el jardín particular de una casa, el sellado inmediato del pozo”. Y es la administra­ción competente en aguas la encargada de confirmar que ese sellado se ha realizado.

Ramon Pérez no tiene tan claro si las empresas que realizan estas obras deben de confirmar o no la existencia del permiso. “Esa autorizaci­ón la debe de solicitar la persona que quiere hacer la prospecció­n en su terreno”, afirma.

En los próximos días la Junta de Andalucía deberá determinar si se pidió o no permiso para abrir ese pozo y aclarar por qué no estaba sellado si no se encontró agua.

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