Europa avala a Guaidó
Diecinueve países de la UE reconocen al autoproclamado presidente
Cumplido el ultimátum fijado hace ocho días y sin reacción positiva por parte del régimen venezolano, los grandes países europeos cumplieron ayer su amenaza y reconocieron al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente con el encargo de convocar elecciones. Precisamente lo que no quiso hacer Nicolás Maduro. La fuerza de los grandes arrastró a otros, hasta un total de 19 que firmaron una declaración conjunta en la que comunican el reconocimiento.
El anuncio de España, con comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a las diez de la mañana de ayer, fue el primero de una escalada de reconocimientos de Guaidó, muchos de los cuales llegaron de forma inmediata, mientras que otros fueron cayendo a lo largo del día. Además de España, se sumaron, Alemania, Francia, Reino Unido, Portugal, Dinamarca, Países Bajos, Hungría, Austria, Finlandia, Bélgica, Luxemburgo, la República Checa, Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Suecia y Croacia que firmaron una declaración conjunta. Otros podrían sumarse.
Lo que no consiguieron fue una posición común de la UE, a la que se opuso Italia. La alta representante, Federica Mogherini, lo justificó alegando que “no es competencia de la UE reconocer a Estados o instituciones en los Estados, es competencia de los países miembros”, y algunos de ellos ya han comenzado a “hacer uso” de esta prerrogativa. Aunque técnicamente pueda tener razón, lo cierto es que el veto de algunos bloqueó el intento de una declaración a 28.
Los países más rotundos a favor del reconocimiento fueron los que emitieron su aviso hace ocho días. Ya en aquel momento se vio claramente que, dada la nula disposición de Nicolás Maduro a convocar elecciones, aquel ultimátum era un reconocimiento en diferido del autofueron proclamado Guaidó. Sólo doce días ha tardado una parte importante de los países europeos en seguir la vía marcada por el presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer al presidente de la Asamblea Nacional y situar a Venezuela en una tensión máxima. Una decisión que motivó las protestas de Rusia, uno de los grandes apoyos, junto con China, del régimen de Maduro. “Imponer este tipo de decisiones o intentar legitimar un intento de usurpar el poder es una interferencia a la vez directa e indirecta”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
En definitiva, los grandes de la UE reconocen a Guaidó como medida de presión para la celebración de elecciones, al mismo tiempo que ponen en marcha un grupo de contacto para facilitar el diálogo.
La fórmula y el formato elegido por cada gobierno para el anuncio variados. En España, compareció el presidente Sánchez, otros países lo llevaron a cabo con comunicados o anuncios de los ministros de Exteriores en las redes sociales. También los adjetivos variaron entre presidente “encargado”, “interino” o “constitucional interino”.
La intención era fijar como objetivo de este reconocimiento que se consigan celebrar elecciones con garantías en Venezuela. Es la función que le asignan a Guaidó al reconocerlo. Es el “horizonte claro” que se busca, dijo el presidente español,
FRENO
Italia bloqueó una declaración conjunta de la Unión Europea sobre Venezuela
DIPLOMACIA
Los doce países del grupo de contacto se reúnen el jueves en Uruguay
Pedro Sánchez, al tiempo que insistió en impulsar el grupo de contacto y promover la ayuda humanitaria para Venezuela. El presidente francés, Emmanuel Macron, escribió en Twitter que los venezolanos “tienen el derecho de expresarse libremente y democráticamente” y reconoció a Guaidó como “presidente a cargo de poner en marcha un proceso electoral”. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó desde Tokio, donde se encuentra de visita, que espera que el proceso electoral “se inicie lo antes posible”. En el Reino Unido, el ministro de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, lo reconoció como presidente constitucional interino, después de afirmar que “la opresión del
régimen ilegítimo, cleptocrático de Maduro debe terminar”.
La postura de la Unión Europea sobre Venezuela es clara desde hace meses en los principios, pero no en la vía para conseguir su materialización. Nunca se reconocieron las elecciones de mayo del 2018 que llevaron al poder a Nicolás Maduro y que se califican de “ni libres ni justas”, y fruto de ello la UE boicoteó su toma de posesión el mes pasado. Además, los 28 mantienen en vigor sanciones contra Venezuela desde noviembre del 2017, que incluyen tanto un embargo de armas y de equipo susceptible de uso para represión interna, como una prohibición de entrada y congelación de cuentas de 18 altos cargos. Estas sanciones fueron renovados en noviembre por un año adicional.
Iban cayendo las sanciones, los boicots a los actos y las declaraciones exigiendo la celebración de elecciones, pero ha sido ahora, a partir de la autoproclamación de Juan Guaidó, cuando se ha dado un paso que a muchos países les ha costado asumir. Algunos temen que suponga un precedente reconocer a un presidente autoproclamado, otros creen que puede aumentar la tensión y con ello el riesgo de enfrentamientos violentos, pero, al final, la combinación del inmovilismo del régimen con la iniciativa norteamericana de reconocer a Guiadó han llevado a más de la mitad de socios europeos a dar el paso. También influyó el posicionamiento del Parlamento Europeo la semana pasada, que aprobó una resolución pidiendo a los Estados que reconocieran a Guaidó. Era una declaración no vinculante pero que añadió presión a los Estados, más aún porque salió por una gran mayoría ya que contó no sólo con el apoyo de populares y liberales, sino también del grupo socialista.
Mientras, en un intento de fomentar el diálogo, se ha creado un grupo de contacto que tendrá un plazo de 90 días para “lograr un resultado positivo”, según anunció el jueves la alta representante, Federica Mogherini. El objetivo es “contribuir a crear las condiciones para un proceso político y pacífico” que conduzca a las deseadas elecciones, según el comunicado en que se informó de su creación. Este grupo, formado por ocho países europeos y cuatro latinoamericanos, mantendrá su primera reunión este jueves en Montevideo.
Por su parte, el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, dijo en Bruselas que el Gobierno decidirá “en los próximos días” si retira la credencial diplomática al embajador de Venezuela en España, y no se pronunció sobre la conveniencia de nuevas sanciones. Sí que afirmó que “en ningún caso” apoyaría una intervención armada.