Gisele Bündchen y Tom Brady, la fórmula del éxito
La modelo y el jugador son la pareja más rentable del deporte americano
Encarnan la conjunción perfecta de fama, dinero y amor. Él, Tom Brady, de 41 años, quarterback de los New England Patriots, acaba de ganar su sexta Super Bowl. Ella, Gisele Bündchen, de 38, sigue siendo una máquina de hacer dinero cuatro años después de haber abandonado las pasarelas. Son, sin duda, una pareja de éxito. Y la pasada madrugada, durante la final de la Super Bowl, lo volvieron a demostrar. El beso que la guapa brasileña regaló a su marido tras la victoria, abrazados por su hija Vivian, se convirtió en la imagen de la noche.
Horas antes del encuentro, la modelo empezó a caldear el ambiente en su cuenta de Instagram, en la que tiene más de 15 millones de seguidores. Primero compartió una imagen en la que aparecía junto a su esposo posando antes del encuentro que acompañó con un emotivo mensaje: “Yo cubro tu espalda”. Luego, colgó otra instantánea en la que la protagonista era la pequeña Vivian, que aparecía de espaldas con la camiseta de su padre.
La pareja más mediática y rentable de la NFL volvió a ser el centro de todas las miradas. Se casaron en el 2009 y tienen dos hijos, Benjamin, de 9 años, y Vivian, de 6, que también estuvieron en el césped del Mercedes-Benz Stadium de Atlanta. Precisamente, los pequeños fueron el principal motivo por el que la modelo decidió abandonar las pasarelas en el 2015. Ese retiro no supuso una merma en sus ingresos; la prensa estadounidense cifra en 100.000 dólares diarios las ganancias de Gisele, incluso estando retirada, gracias sobre todo a sus multimillonarios contratos publicitarios. La brasileña fue, durante 15 años, la modelo mejor pagada del mundo, según la lista de la revista Forbes, un puesto que le arrebató hace dos años Kendall Jenner. Según Business Insider ,la top-model ha acumulado más de 1.000 millones de dólares durante su carrera; mientras que Brady, que hace unos meses anunció que se retiraría a los 45 años –le quedan cuatro–, también ha amasado unos 200 millones de dólares sólo en salario durante sus 19 años como quarterback en la NFL. Aunque la fortuna del jugador también se dispara si se tienen en cuenta los ingresos publicitarios.
El matrimonio, que ha formado un tándem muy solicitado por las firmas de lujo, invierte su fortuna en negocios inmobiliarios. Antes de mudarse al lujoso apartamento en el que viven en el barrio neoyorquino de Tribeca valorado en 20 millones de dólares, vendieron su mansión de Los Ángeles por 40 millones de dólares en el 2014, lo que les supuso unas ganacias de 20 millones. Lo mismo sucedió con otras propiedades.
Su historia empezó con una cita a ciegas en el 2006. Gisele ya había explicado a los medios de comunicación lo mucho que le gustaba el jugador. Por aquel entonces, Brady ya había dejado a su novia Bridget Moynahan que, sin saberlo, se encontraba embarazada en el momento de la ruptura. Gisele decidió seguir adelante con la relación y considera al pequeño John uno más de la familia.
Los rumores de crisis matrimonial también han planeado sobre la pareja. El momento más delicado fue en el 2015. El deportista se vio envuelto en un escándalo, que se dio a conocer como deflategate ,y que lo acusaba de consentir que dos empleados de su equipo redujeran la presión de los balones en una final. Eso coincidió con rumores de infidelidad del jugador. Lo que está claro es que ambos han conseguido crear una marca y saben que valen más juntos que por separado(Más información en página 43).
El matrimonio ha conseguido crear una marca, y saben que valen más juntos que por separado