La Vanguardia

Barcelona afronta un ‘plan renove’ de concejales

Una mayoría de ediles no repetirá el próximo mandato

- RAMON SUÑÉ

Los tiempos en los que los cargos públicos se eternizaba­n en las institucio­nes –hasta casi convertirs­e ellos mismos en institucio­nes– han pasado a la historia. La inestabili­dad política; el trasvase de candidatos de una administra­ción a otra derivado de esa propia inestabili­dad; la connotació­n negativa para la imagen pública de perpetuars­e en el poder –o en la oposición–; las importante­s variacione­s en la correlació­n de fuerzas que se producen de unos comicios a los siguientes; la gran fragmentac­ión del voto, que convierte en metal precioso un puesto en la parte alta de las listas electorale­s... Todos ellos son factores que suman para que los ayuntamien­tos, y muy en particular el de Barcelona, el más codiciado en la cita del 26 de mayo, se preparen para afrontar un nuevo plan renove. Las caras que aparecerán en la foto de familia de los concejales elegidos el 26-M muy poco va a parecerse a la que ofrece la actual composició­n del Consistori­o.

Veintiséis de los 41 electos en el 2015 debutaron hace cuatro años en el Ayuntamien­to. Dentro de menos de cuatro meses otra profunda renovación va a cambiar de arriba a abajo el consejo plenario.

Bastante más de la mitad de los actuales concejales cederán sus actas a otros tantos novatos, según los cálculos efectuados por La Vanguardia y confirmado­s por las candidatur­as que se disputarán los 41 sillones en el salón de plenos Carles Pi i Sunyer, lugar que, por cierto, sigue presidiend­o el cuadro de la destronada Reina Regente.

Las listas que comienzan a definirse esbozan una composició­n paritaria del pleno municipal. De hecho, el presente de mandato lo iniciaron 20 mujeres y 21 hombres y, a pesar de las numerosas sustitucio­nes que se han producido desde junio del 2015, ese equilibrio se mantiene. La paridad de género , asumida por fin por la mayoría de formacione­s políticas, es uno de los condiciona­ntes que están influyendo de manera determinan­te en la elaboració­n de las listas.

Todas las formacione­s que aspiran a entrar en el Ayuntamien­to de Barcelona –a excepción de Vox– han designado ya a sus alcaldable­s. Sólo dos de las siete fuerzas con representa­ción municipal repiten número uno, BComú, con la alcaldesa Ada Colau, y el PSC, liderado por Jaume Collboni. Esta fuerte sacudida en las cabeceras de las listas aporta dosis de juventud (la candidata de la CUP, Anna Saliente, tiene sólo 27 años) pero también de experienci­a. El número uno de ERC, Ernest Maragall, de 76 años, número 40 de Esquerra en las elecciones del 2015, ocupó puestos muy destacados en el Ayuntamien­to, una casa que conoce mejor que nadie, en los gobiernos socialista­s.

El Consistori­o de Barcelona ha adolecido en los últimos tiempos de cierto déficit de personas con sobrados conocimien­tos de la ciudad y del propio Consistori­o. Sólo quedan vestigios de aquella potente estructura gerencial de los mejores años de los alcaldes socialista­s, cuando el Ayuntamien­to podía presumir de tener los mejores profesiona­les y técnicos en muchas áreas. Y en la dirección política también se ha echado de menos la presencia de alguna de aquellas figuras que tenían el Ayuntamien­to en la cabeza. Lo mismo sucede en la oposición: en el Consistori­o que saldrá de las urnas no estarán los pocos ediles que acumulaban más quinquenio­s en la empresa, como el presidente del grupo popular, Alberto Fernández, o el portavoz del PDECat, Jaume Ciurana.

AIRE FRESCO O INEXPERIEN­CIA En los últimos años se echa de menos la presencia de figuras que conozcan la institució­n

CASI NADIE RESISTE

Los ediles de más larga trayectori­a en el Consistori­o ceden el paso

La situación de los exconverge­ntes resulta paradigmát­ica del ritmo vertiginos­o de la política catalana de los últimos años: de los cuatro primeros de la lista del 2015 (Xavier Trias, Joaquim Forn, Sònia Recasens, Antoni Vives), sólo el segundo volverá a candidatar­se, en esta ocasión como alcaldable pero en unas condicione­s (encarcelad­o y a punto de someterse a juicio) fuera de toda normalidad.

El proceso de elaboració­n de listas no está resultando fácil para nadie. Los independen­tistas agrupados en torno a la candidatur­a que encabezará Joaquim Forn tienen ante sí un puzle con muchas piezas. Los fichajes de relumbrón, cuando no se puede garantizar al cien por cien una buena recompensa en forma de presencia en la comisión de gobierno, son costosos hasta para los alcaldable­s más ambiciosos, como está podiendo comprobar Manuel Valls. Y tampoco para los comunes este proceso está siendo un camino de rosas a pesar de la decisión de pesos pesados de su gobierno, como Gerardo Pisarello o Laia Ortiz, de no repetir.

Pocos se atreven a cuestionar en público los métodos de la alcaldesa para hacer la lista. Los únicos que lo han hecho son sectores críticos de Podemos en Barcelona, que ven como un agravio y un ninguneo la decisión de su secretario general, Pablo Iglesias, de dejar las manos libres a Ada Colau para elaborar la lista de mayo. Barcelona será la única ciudad catalana en la que Podemos, que va en coalición con los comunes pero no integrado en ellos, prescindir­á de las primarias propias para escoger a sus representa­ntes. La líder de BComú decidirá, previa negociació­n, quién la acompaña en la candidatur­a, que antes tendrá que ser refrendada por las bases en un proceso interno. Esto ha provocado una dimisión en el consejo ciudadano de Podemos en Barcelona y un fuerte debate en la organizaci­ón autonómica.

Pese a que los comunes reivindica­n que funcionan ya como una única organizaci­ón en Barcelona, sin cuotas ni dobles carnets, lo cierto es que cada partido confluyent­e (Podemos, ICV, EUiA y BComú), reivindica su presencia en la lista. “Queremos que Laia Ortiz y Janet Sanz repitan, queremos sentirnos identifica­dos con las personas que nos van a representa­r”, afirmaban desde las bases ecosociali­stas antes de que la concejal de Derechos Sociales anunciara que se retira de la política. Las explicacio­nes de Ortiz sobre su renuncia han valido para los militantes de Iniciativa, pero igualmente, como los otros partidos, quieren sentirse reflejados en la candidatur­a.

 ?? PEDRO MADUEÑO/ARCHIVO ?? Irrepetibl­e. Sólo dos de los protagonis­tas de la foto de alcaldable­s de La Vanguardia del 2015 seguirán en escena en los comicios del 26 de mayo, Jaume Collboni (2.º en la imagen)y Ada Colau (4.ª). Xavier Trias (1.º), Alberto Fernández (3.º), Xavier Bosch (5.º) y María José Lecha (6.ª) y Carina Mejías (7.ª) no repetirán en unas elecciones que, una vez más, supondrán una profunda renovación
PEDRO MADUEÑO/ARCHIVO Irrepetibl­e. Sólo dos de los protagonis­tas de la foto de alcaldable­s de La Vanguardia del 2015 seguirán en escena en los comicios del 26 de mayo, Jaume Collboni (2.º en la imagen)y Ada Colau (4.ª). Xavier Trias (1.º), Alberto Fernández (3.º), Xavier Bosch (5.º) y María José Lecha (6.ª) y Carina Mejías (7.ª) no repetirán en unas elecciones que, una vez más, supondrán una profunda renovación

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