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La renovación en el Consistorio barcelonés de varios concejales con muchos años de experiencia, y la reunión en Abu Dabi del papa Francisco con el gran imán suní Ahmed al Tayeb.
EL papa Francisco admitió ayer los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y obispos a monjas. En los últimos tiempos, Francisco ha tenido ya que hacer frente a sucesivas acusaciones contra eclesiásticos de todo rango por abusos a menores, hasta el punto de que este asunto se ha convertido en una constante durante su pontificado. Su Santidad dijo también ayer que tenía la voluntad de hacer “aún más” para aclarar estas cuestiones, y es conveniente que así sea, tanto para reparar a las víctimas y evitar nuevas agresiones como por el bien de la propia Iglesia.
Dicho esto, queremos considerar muy positivamente el valeroso encuentro interreligioso que ha tenido lugar en Abu Dabi entre el papa Francisco y el gran imán suní Ahmed al Tayeb, en el que firmaron hace dos días una declaración solemne y al mismo tiempo comprometida sobre la “fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común”. El documento hace un llamamiento sin precedentes dirigido a “todas las personas que llevan en el corazón la fe en Dios y en la fraternidad humana” para que se unan y trabajen en ayudar a las nuevas generaciones “a acercarse a la cultura del respeto mutuo, a la comprensión de la gran gracia divina que convierte en hermanos a todos los seres humanos”.
El documento condena la injusticia y la falta de una distribución equitativa de los recursos naturales, que conduce a “morir de hambre” a millones de niños en medio de “un silencio internacional inaceptable”. Condena todas las prácticas que amenazan la vida y pide a todo el mundo que “deje de explotar las religiones para incitar al odio, la violencia, el extremismo y el fanatismo ciego” y que deje “de utilizar el nombre de Dios para justificar actos de asesinato, exilio, terrorismo y opresión”.
El texto lleva el sello de Francisco, pero tiene un enorme valor también por la responsabilidad que el imán Ahmed al Tayeb asume ante los líderes y la población islámica. Aliado valiosísimo del Papa, Al Tayeb es radicalmente contrario al terrorismo, defensor de un islam pacífico y favorable a la consolidación de los principios de la ciudadanía y de libertad de culto.
El viaje de Francisco a la península Arábiga rompe tópicos y prejuicios. Pero no obrará milagros. Los Emiratos tienen, como es sabido, una gran voluntad de establecer vínculos económicos y culturales con Occidente. Sin embargo, aunque no imponen exclusivamente el islam como Arabia Saudí, mantienen las demás religiones en posición subordinada. La misa que ayer celebró Francisco, más que un acto de afirmación cristiana en el corazón del islam, fue sobre todo un acto de libertad y de diálogo.