Borrell garantiza que no habrá cesiones fuera de la Constitución
La oposición acusa a Sánchez de traicionar a España o de ser un tirano
La oposición cerca al Gobierno por la situación en Catalunya, con los independentistas acusándolo de no moverse y el PP criticándole por ceder ante todas las demandas soberanistas. Esta situación se vio claramente durante la primera sesión de control al Gobierno en el Senado durante este periodo de sesiones, en la que Catalunya volvió a copar las preguntas de todos los grupos, menos el PNV, y donde se pudo comprobar que el consenso, en este punto, es imposible.
El inicio del juicio del 1-O y la aceptación por el Gobierno de una figura, no mediador, puntualiza, que haga las veces de relator y tome notas de lo que pase en la mesa de partidos en Catalunya, o la campaña de la secretaría de Estado de España Global, dieron pie a un duro y a veces agrio debate, que tuvo como principal protagonista al ministro de Exteriores, Josep Borrell, aunque también intervinieron la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el titular de Interior, Fernando GrandeMarlaska.
En ese cruce de reproches por una y otra parte se pudo escuchar al portavoz del grupo popular en el Senado, Ignacio Cosidó, acusar al presidente del Gobierno de “traicionar a España”, a Josep Lluís Cleries, del PDECat, dedicándole al presidente del Gobierno el calificativo de “traidor”, atribuyéndole campañas de propaganda desde España Global y denunciando que es un Ejecutivo “autoritario y poco dialogante”.
Cosidó, en debate con Calvo, expresó su preocupación por las cesiones que va haciendo el Gobierno a los independentistas, a su juicio. La primera, explicó, fue aceptar la mesa de partidos en Catalunya. Pero lo que ya le parece inaceptable es que admita la figura de lo que el PP llamó “verificador”, lo que, a su juicio, es “como reconocer que hay un conflicto internacional, es vulnerar la Constitución, y es traicionar a España”.
Pero el debate subió grados cuando las preguntas fueron dirigidas a Borrell. La primera, de la senadora del PP, Luisa Fernanda Rudi, sobre la “política del Ibuprofeno” que el propio Borrell ha reconocido que no ha dado resultados. Y Ahí Borrell fue categórico: “No habrá ninguna concesión fuera de la Constitución”. Pero también considera que todavía es tiempo para el diálogo, aunque hasta ahora “no haya dado el resultado esperado”. Eso sí, subrayó que si los independentistas siguen en sus exigencias sobre el derecho de autodeterminación “habrá que suspender la terapia del ibuprofeno, porque algunos son inmunes a algunas medicinas”.
Y si ya el enfrentamiento con el PP fue duro, cuando llegó el turno del PDECat, o incluso EHBildu, las palabras fueron aún más fuertes. Cleries, que llamó a Borrell “ministro de propaganda”, puso en cuestión la calidad democrática de España, ya que “admite la acusación en el juicio de la extrema derecha pero no acepta a observadores internacionales”. Y fue cuando llegó a llamar a Sánchez tirano. Lo hizo recogiendo las palabras que el presidente del Gobierno utilizó cuando reconoció a Juan Guaidó como presidente de Venezuela y afirmó, refiriéndose a Nicolás Maduro, que un presidente que reprime a sus ciudadanos y que tiene presos políticos “no es un socialista, es un traidor”. Cleries concluyó: “Estoy de acuerdo con Sánchez”. Borrell rechazó las acusaciones de propaganda y le espetó: “Que ustedes hablen de tenderete de propaganda, que se gastaron muchísimo dinero mintiendo sobre España, tiene gracia la cosa”.
El portavoz de EH Bildu, Jon Iñarritu, subrayó la vergüenza de un Gobierno que “tiene presos políticos y a un presidente de gobierno en el exilio”; que vulnera los derechos humanos, y que es un Gobierno “autoritario y poco dialogante”. Palabras que respondió Borrell recordándole que su partido es heredero “del brazo político de ETA”, que no defendió los derechos humanos de las víctimas ni aplicó el diálogo para solucionar los conflictos.
El ministro advierte que si los soberanistas no ceden “habrá que suspender la terapia del ibuprofeno”