Tribalismo político
El gran problema de Catalunya es la existencia de un sinfín de partidos que sólo se diferencian por sus siglas y por razones semánticas; y únicamente les une el nacionalismo y la ideología. Como consecuencia, la intolerancia y la crispación campan por sus respetos, tanto en la vida pública como en la privada.
Hace unas décadas, cuando el contexto social y cultural era distinto, los partidos se diferenciaban menos entre sí. Ahora la política es más emocional, y por tanto, ante las próximas elecciones, las descalificaciones e insultos son tan alucinantes que no queda otro remedio que abstenerse. En realidad, los partidos son grupos o movimientos grupales que tienen su origen en la nacionalidad y la ideología.
He leído un artículo sobre el “tribalismo” en la política y compara la división y enfrentamiento de los partidos con las tribus africanas, cuyo único objetivo es guerrear unas contra otras. Por lo menos, a las tribus africanas no se les puede achacar una falta de valores morales. En cambio, estos valores son los que les faltan a la mayoría de los políticos.
JOSÉ LUIS PÉREZ GONZÁLEZ Barcelona el aumento de los salarios sólo afecta a una parte del coste total del producto, por lo que no es directamente proporcional al precio final de este. En segundo lugar, lo que me estremece es que vincule la exportación y venta de nuestros productos al precio de estos. Mal vamos con este planteamiento, pues siempre habrá países con precios más bajos.
La orientación económica de nuestro país debe ir hacia la investigación, productividad, servicio y calidad. Jamás podremos luchar por precio si queremos ser un país avanzado.
RAMÓN DELER I SERRET Esparreguera