L’Hospitalet planea una “segunda plaza Europa”
Situada en Can Rigal, estará enfocada a los deportes y la salud, con la construcción del esperado nuevo hospital General
La construcción de la plaza Europa de l’Hospitalet de Llobregat cambió la realidad económica de la segunda ciudad de Catalunya y de toda el área metropolitana de Barcelona. Sin aquella obra, difícilmente la capital catalana albergaría la feria más importante del sector tecnológico, el Mobile World Congress. Ayer, durante su clásica conferencia anual, la alcaldesa de l’Hospitalet, Núria Marín, anunció que está planeando una “segunda plaza Europa para el norte de la ciudad”, situada en el sector de Can Rigal, en el barrio de Pubilla Cases. Será distinta y se centrará, principalmente, en el deporte y la salud.
La primera edil socialista tiene claras dos piezas clave del nuevo desarrollo: la construcción de un gran complejo deportivo y del nuevo hospital General de l’Hospitalet que sustituya al antiguo de la Creu Roja, tan viejo que ha dejado de prestar servicio integral desplazando a los vecinos hasta el Moisès Broggi de Sant Joan Despí. El Consistorio convocará un concurso internacional de arquitectos para el equipamiento deportivo, que con 45.000 m2 aspira a vincularse con otros sectores como la formación, el turismo o la investigación. Estará situado al lado de universidades, la Diagonal y del Camp Nou. Precisamente, deberán ponerse de acuerdo con el Barça, pues una masía y una parte de los terrenos de Can Rigal son propiedad del club. Llevan años buscando este pacto.
La idea de colocar el nuevo Hospital General allí no es nueva. En la época del tripartito en la Generalitat ya se prometió pero no se llegó a hacer realidad. “Los vecinos de l’Hospitalet no deben salir fuera de la ciudad para buscar su hospital de referencia”, zanjó Marín haciéndose eco de una larga reivindicación vecinal. La plaza Europa del norte tiene todavía muchos aspectos por definir. El antiguo plan del sector contemplaba la construcción de viviendas, la creación de un parque y el traslado de una subestación eléctrica. La crisis se llevó aquel proyecto por delante y se deberá “volver a dibujar”. De aquello tan sólo se conservará el espacio verde, reclamado por los vecinos de Pubilla Cases desde hace años.
Marín realizó la conferencia en el hotel Hesperia Tower, desde el cual se divisa una espectacular panorá- mica de Bellvitge. Los grandes bloques del barrio construidos en los años sesenta cuentan con un problema desde el inicio: los ascensores paran entre una planta y otra, obligando a los vecinos a subir o bajar escalones. La población cada vez está más envejecida y esta situación supone un verdadero escollo. Por eso el Ayuntamiento apuesta por su renovación , ya sea por dentro de los edificios o construyendo los ascensores en el exterior. Las administraciones se harán cargo del 30% de la inversión. El resto lo pagarán los ciudadanos con créditos a interés cero y, en el caso de los vecinos sin recursos, el Consistorio asumirá la reforma a cambio de recuperar la inversión cuando se produzca una venta del inmueble.
El proyecto cuenta con el apoyo del Consorci Metropolità de Habitatge y del Banco Europeo de Inversiones. Se calcula que en un bloque de pisos de Bellvitge viven unas 150 familias. Hay 65.
El Ayuntamiento abordará la renovación de los ascensores de los pisos de Bellvitge, que se paran entre plantas