El mayor club de striptease de Barcelona abrirá en la Rambla
El mayor club de striptease de Barcelona tiene previsto abrir en la Rambla para San Valentín, el 14 de febrero. El establecimiento dispondrá de unos 1.000 m2 y un aforo de 400 personas. “Será un local para despedidas de solteros con dos tarimas con espectáculos eróticos y no pornográficos”, aseguran los promotores del negocio.
El local dispone de licencia para acoger un peep show, espectáculos de exhibición sexual, y una o varias instalaciones de bar con ambientación musical. Los permisos le fueron concedidos hace años y son anteriores al actual plan de usos de la Rambla, por lo que la actividad se ajusta a la legalidad. El establecimiento, que se llamará Dollhouse, se ubica en el número 17 de la Rambla, donde anteriormente había un bar de copas y también un sex shop.
“No es un local que querríamos para la Rambla pero no podemos impedir que hagan uso de la licencia que tienen”, reconoce Gala Pin, la concejal de Ciutat Vella, que ha tenido conocimiento de la noticia por los medios de comunicación. Eso sí, añade que “haremos un seguimiento muy cuidadoso” para que el local “se ajuste a la actividad que permite su licencia y no desarrolle ninguna otra actividad no autorizada”. En caso de incumplimiento, se les requerirá el cese de la actividad y, si fuese necesario, se precintará, según informan fuentes municipales.
En el futuro local trabajarán 18 personas – entre camareros, porteros, recepción o guardarropía– y una veintena de bailarinas bajo la dirección artística de Chiqui Martín. “Será el club de este tipo más grande de Barcelona y de Catalunya”, añaden los responsables, que han alquilado el espacio al grupo Costa Este. También contará con una tienda erótica en la entrada. Se da la circunstancia de que los promotores de Dollhouse abrieron otro club en Les Corts que el Ayuntamiento precintó por uso indebido de la licencia.
El Consistorio informa de que los propietarios adquirieron el local en el 2014 con la voluntad de abrir una discoteca, pero el Ayuntamiento frenó el proyecto al detectar unas
El local tiene licencia de ‘peep show’ desde hace años que le permite acoger espectáculos de exhibición sexual
obras no autorizadas. Fue entonces cuando se solicitó el cese de la actividad por no disponer de licencia. Un tiempo más tarde los propietarios pidieron el permiso para abrir un restaurante que también fue rechazado, ya que no se reclamó de manera correcta y el plan de usos no permite la apertura de más establecimientos de restauración. El peep show desembarca en el momento en el que el Ayuntamiento pretende poner en marcha una ambiciosa transformación del paseo.